En Palencia somos incapaces de unirnos

Palencia

Me asombra la incapacidad que solemos tener los palentinos (cierto que no es un defecto exclusivo nuestro) para hacer frente común, para unirnos. Esta reflexión viene a cuento del reciente llamamiento del presidente de la Confederación de Empresarios pidiendo que se unan las dos asociaciones de hostelería que hay en la provincia.

No tiene sentido tener dos asociaciones de este tipo en Palencia, lo mismo que no lo tiene que haya hasta tres asociaciones de taxistas cuando hay poco más de medio centenar de taxis en la ciudad. Me consta que una de las asociaciones tiene sólo dos componentes, y no es un chiste. Tampoco tiene su lógica que existan varias asociaciones de comerciantes, aunque sí es cierto que se ha logrado una de especial relevancia por número de asociados como es el Centro Comercial Palencia Abierta.

Y que otra, FECOPA, se ha puesto manos a la obra para emprender una acertada campaña. Y por no hablar del movimiento vecinal. Unos están federados y otros no; y cuando me pinta mal en una asociación, me salgo y monto otra a la que llamo independiente y me quedo tan pancho.

Esta tendencia a la división y a veces a la confrontación, se produce incluso con objetivos cuya positividad es incuestionable. Un ejemplo: el colectivo de personas con capacidades diferentes donde existe un amplio catálogo de asociaciones y entidades que de unirse formarían un ejército. Esta tendencia a “atomizar” el movimiento asociativo nos debilita a la hora de conseguir objetivos comunes beneficiosos para Palencia y evidencia que en muchas de las asociaciones, no en todas, predominan los personalismos frente al interés común.

Craso error es el de dividir en lugar de sumar. Si seguimos con esta estrategia, no podemos exigir a los políticos la unidad y el consenso necesarios para el impulso de la provincia. Al final, quienes ejercen el noble arte de la política, cada vez menos noble por algunos especímenes que acceden al poder, son el reflejo de la sociedad a la que representan. Es más, quienes toman las decisiones se aferran en más de una ocasión a la debilidad del entramado social para campar por sus anchas.

En resumen, sobran asociaciones de vecinos, hostelería taxistas, comercio, personas con capacidades diferentes… más unión, señoras y señores por el bien de la provincia. El resto sólo son intereses personales y en muchas ocasiones afán de protagonismo. Flaco favor hacemos así a los intereses comunes.