‘20-N Día Universal del Niño’
En nuestro país, un país desarrollado, según algunos la cuarta economía de Europa, uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza, lo cual no deja de ser chocante y contradictorio.
Firma Mario Ocaña. '20-N Día Universal del Niño'
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Algeciras
Ayer se celebró el Día Mundial del Niño. Fue instituido por la ONU en 1959 y su finalidad básica no es otra que exigir a las administraciones de todos los países que la protección de los derechos de la infancia dejen de ser una entelequia y se conviertan en una realidad. Evidentemente mucho se ha avanzado desde entonces pero el camino que queda por recorrer es aún largo.
En nuestro país, un país desarrollado, según algunos la cuarta economía de Europa, uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza, lo cual no deja de ser chocante y contradictorio con los enormes despilfarros acaecidos en el país en los últimos años gracias a la incompetente y avariciosa clase política que hemos elegido entre todos. Una de las cuestiones que determina el aumento de la desigualdad entre los niños y niñas de España es la educación que, además de otras cosas, es un derecho humano universal pero que no siempre garantiza la igualdad de oportunidades entre las personas.
Leía ayer un artículo en el que se recogían los resultados de una encuesta entre niños de 41 países. En España más del 25% de los chicos encuestados aseguraban que, si pudieran, mejorarían la educación, la escuela y el profesorado al que subirían los sueldos. Quizás estos chavales sepan o intuyan que la educación es el único instrumento que, conservando la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, les permita salir de la pobreza y aspirar a una vida mejor.
En España, según Cruz Roja, existe una relación entre pobreza y fracaso escolar pero, curiosamente, nuestro gobierno tan solo dedica un 0,5% del PIB a ayudas a familias e infancia, es decir, menos de 1/3 de media europea. También estamos entre los países con menos gasto en protección social a niños y familias el 1,4 frente al 2,3 del PIB de media en la UE.
Ante estas situaciones y otras como la malnutrición, el acoso, los abusos sexuales, la explotación laboral o la marginación las administraciones públicas no pueden volver la cara y mirar hacia otro lado por que las obligan, además de la moral pública, la leyes.
El Dïa Mundial del Niño es una fecha que debe hacernos reflexionar a todos sobre las condiciones de vida que, en muchas circunstancias, sufren los más débiles, los más indefensos y tratar, en la medida de nuestras posibilidades, de transformar esa realidad indignante que siempre afecta a aquellos que, inocentes en grado sumo, se ven arrastrados por la maldad y las ambiciones de los adultos a situaciones difíciles de soportar cuando se tienen tan pocos años y tantos problemas encima.