Los empates condenan al Mallorca

Palma de Mallorca

Siete empates en quince jornadas es lo que acumula el Real Mallorca en lo que llevamos de liga. Eso es casi la mitad de los partidos disputados, una cifra solo superada por el Numancia, que ha acabado el partido con el marcador igualado en ocho ocasiones. 

Los empates suman, pero poco, de ahí que el Mallorca ahora mismo a pesar de acumular una racha de cinco partidos seguidos sin perder no haya podido meterse en zona de play-off, porque de esos cinco partidos  ha empatado tres y sólo ha ganado dos. El último empate es el del sábado en Son Moix contra el Sevilla Atlético (2-2). 

Cuatro victorias, cuatro derrotas y siete empates no es un buen bagaje para intentar el asalto a Primera. De hecho los empates, y no las derrotas, son lo que ahora se lo están impidiendo al Real Mallorca.

Para poder estar entre los seis primeros deben primar las victorias por encima de cualquier otro resultado. Las estadísticas históricas demuestran que con más empates que victorias un equipo puede salvar la categoría pero en ningún caso puede aspirar a luchar por el ascenso a Primera División. 

El Mallorca es consciente de todo ello y todavía tiene tiempo más que suficiente para acabar de redefinir el rumbo porque quedan todavía 27 jornadas de liga por delante. El propio entrenador, Fernando Vázquez reconocía el sábado tras empatar contra el Sevilla Atlético que el empate sabía "a poco" y que su objetivo era ganar para "meter al equipo arriba". Es consciente el entrenador que los empates no son suficientes y que al equipo le falta enlazar varias victorias seguidas para catapultarse en la clasificación.  

El próximo partido del Mallorca será el domingo (12:00 horas) en el Martinez Valero contra el Elche, una nueva oportunidad para intentar superar el empate y sumar tres puntos que ayuden a mover hacia arriba a un equipo encallado, por los empates, en la zona media de la clasificación de Segunda División.