Capacidad positiva para repoblar Soria finaliza la primera etapa
Iratxe Bolaños ha enseñado a la sociedad las ventajas que el medio rural ofrece para maximizar la calidad vital
Soria
El ayuntamiento de Cubo de la Solana y Capacidad Positiva apostaron a finales de julio por la felicidad en el mundo rural. Dos conceptos que no están en absoluto de moda: la felicidad, porque un alto porcentaje de la población se declara firmemente infeliz en la actualidad debido a las circunstancias que le rodean. Según las últimas encuestas publicadas, los españoles le damos una importancia excesiva al dinero, al que vinculamos directamente con la felicidad. Y el mundo rural, cuánto se ha hablado del mundo rural en Castilla y León, a punto de desaparecer en provincias como Soria que atraviesa una cabalgante despoblación; muchos estudios, muchos programas aprobados, pero pocas soluciones sobre el terreno.
La provincia de Soria llegó a alcanzar 161.182 habitantes en el año 1950. Según el último padrón, tiene 89.994 habitantes, es la primera vez que baja de los 90.000. Significa que en 60 años ha perdido un 44% de población. Si la provincia no toma medidas y continúa este ritmo de despoblación, Soria llegará a los 79.000 habitantes en 2025. En Soria hay poca gente, menos en el medio rural, pero ¿es feliz viviendo en un pequeño pueblo en el que, a menudo, no existen ni los servicios básicos? Felicidad y medio rural, dos conceptos que se unen en Cubo de la Solana, gracias a su alcalde Juan José Delgado, y la empresa de coaching y psicología Capacidad Positiva.
El objetivo del proyecto es difundir las ventajas que ofrecen los pueblos para maximizar la calidad de vida. Iratxe Bolaños es la responsable de esta iniciativa, es vecina de la localidad soriana de Lubia desde hace cinco años. Nació en Vizcaya y después de vivir en Inglaterra e Italia, y pasar por varias ciudades españolas, decidió afincarse en Lubia pese a que nunca había venido a Soria. “Una de las líneas principales es la lucha contra la despoblación trabajando con las personas del medio rural y sus ayuntamientos porque el mayor valor de los pueblos son sus personas y empoderando a éstas se puede llegar a trabajar en equipo para dar la vuelta a esta situación que vive la provincia”. Bolaños pone de relieve la importancia de que se trabaje contra la despoblación desde estos pueblos que poco a poco ven cómo disminuyen sus habitantes.
El Ayuntamiento del Cubo de la Solana fue el primero en apostar por esta iniciativa y no ha dudado en poner los medios necesarios para que salga adelante, tanto es así que ya se ha cerrado la primera etapa. Con la consciencia de que cada municipio es diferente, los habitantes de Cubo de la Solana, Lubia, Almarail, Ituero, Riotuerto y Rabanera del campo han puesto en común durante los últimos meses la visión de cada asistente a las reuniones en cuanto a la consecución de metas comunes.
Cubo de la Solana se encuentra a una distancia de 23 kilómetros de la capital, tiene 184 personas censadas y estuvo habitado desde, al menos, el periodo celtíbero al haberse hallado un castro con una necrópolis en Los Castillejos y otros restos en Los Cantos. Transcurre por el término la Cañada Real de Soria, lo que permitió cierto nivel de prosperidad desde finales de la Edad Media hasta la Ilustración gracias a la agricultura, la ganadería y el comercio. Durante la dictadura franquista en la pedanía de Lubia se albergaron instalaciones nucleares destinadas a lograr la proyectada y abortada bomba atómica española.Son algunas de las anécdotas que cuentan las personas mayores de la localidad, porque “tenemos creado un estereotipo de anciano del medio rural como una persona resignada a vivir una vida que no quiere además pesimista, pero es todo lo contrario, tienen una vitalidad asombrosa y no están ni tristes ni amargadas, han pasado una vida muy larga en la que han atravesado épocas muy diferentes y nos enseñan muchas cosas, tenemos que escucharles”.
Son las personas mayores las que saben cómo estaba el pueblo hace años, cómo está ahora, qué ha ocurrido “a la vez que los más jóvenes nos aportan la visión de qué se quiere conseguir con lo que hay en ese pueblo, vamos aprovechar el potencial que hay en cada uno; la naturaleza es importante, la belleza del entorno también, pero el sentimiento de pertenencia de sus habitantes al pueblo es tan fuerte que posibilita su desarrollo, solo hay que encaminarlo”. Para Iratxe Bolaños, la despoblación tiene solución, “claramente se necesitan políticas comunes, dinero de Europa y reestructuración territorial, pero también se necesita demostrar que en mi pueblo se vive bien: éste es mi trabajo contra la despoblación, sentirme orgullosa del lugar donde vivo para trasmitir las bondades que tenemos y conseguir repobladores”.
La psicóloga insiste en que “para vivir bien no necesitamos bares ni escaparates, ni grandes lujos, necesitamos comer y dormir, y servicio médico, tenemos que empezar a reubicar necesidades. Para lo demás están los núcleos más grandes”. A veces encadenamos sucesos vitales que nos arrastran a la infelicidad y al inconformismo y el cuerpo y la mene nos dice que tenemos que parar, “que necesitamos horas de sol, contacto con la naturaleza y comer mejor”. Por eso una vía es el teletrabajo, una salida estupenda a la despoblación, “siempre y cuando, y esto sí es básico, funcione Internet”. Bolaños insiste en que “el máximo potencial de una persona reside en 24 fortalezas que explica la psicología positiva, que es una ciencia, en los talleres que desarrollo en estos pueblos obligo a los vecinos a escoger uno de los 24 valores y a trabajarlo”. Por medio del trabajo personal y grupal de los pilares de la felicidad, utilizando el marco de la psicología positiva, y con herramientas propias de Capacidad Positiva, se pretende hacer llegar a la sociedad las ventajas que el medio rural ofrece para maximizar la calidad vital.