La alegría se acabó en Ipurúa
El Betis pierde muy pronto el partido condicionado por el árbitro, Ocón Arráiz, que expulsó injustamente a Piccini en el minuto 17; el equipo, con uno menos, fue poco competitivo

GRA384. EIBAR (GIPUZKOA).- El centrocampista japonés del Eibar, Takashi Inui (c) lucha por el balón con el centrocampista brasileño Petros Matheus (i) y el delantero Cejudo (d) del Betis durante el partido de la decimotercera jornada de Liga que disputan / Juan Herrero (EFE)

Sevilla
La ilusión de los béticos sólo duró diecisiete minutos en Ipurúa. Justo cuando el árbitro, Ocón Arráiz, decide expulsar a Piccini en una acción defensiva al borde del área con el japonés Inui, en la que el italiano no hace ni falta. Con Piccini camino del vestuario, Pedro León transforma en gol la falta y el Betis desaparece del campo. Más aún cuando Sergi Enrich aprovecha, cinco minutos más tarde, un balón bien puesto en el área por Inui -el mejor del partido-, y muy mal defendido por la defensa y el portero, que supone el segundo gol local y prácticamente el final del partido.
El Betis, qué duda cabe, tiene una gran excusa: el árbitro lo anuló cuando los primeros diecisiete minutos fueron prometedores y los de Víctor le competían al Éibar, estando muy ordenado e incluso cómodo en el terreno de juego. Cierto es también que, aun con diez hombres, la oposición que le hizo al rival fue más bien escasa, tanto es así que se temió por la goleada porque el equipo se mostraba demasiado poco competitivo. Víctor, al poco del 2-0 decide quitar a Joaquín para dar entrada a Cejudo, en un cambio no entendido por los que pensaban que aún el Betis tenía alguna opción en el partido. El técnico del Betis, acertadamente o no, quiso evitar un desgaste excesivo en un futbolista de tanto talento como Joaquín, al que por su edad hay que dosificar. Lo lamentable para el Betis, y que dice muy poco de la planificación hecha este verano, es que Joaquín y Rubén, ambos de 35 años, sean los que tiren del carro y los más determinantes del equipo.
De hecho, fue Rubén, en una acción que él mismo se fabricó, el que metió al Betis en el partido a seis minutos del final, aprovechando un error defensivo y batiendo con rabia al casi inédito portero eibarrés. La ruptura de la mala racha ante el gol del canario -nueve partidos ha estado sin marcar- fue lo más positivo de un choque que quedó definitivamente sentenciado con el tercer gol marcado por Kike después de que el Betis diese un arreón a la desesperada y le birlasen incluso una opción de córner en otro error, en este caso del asistente.
Poco ha durado la alegría tras el cambio de entrenador y la victoria ante Las Palmas. Evidentemente, el partido está marcado por un claro error arbitral y, además, los de abajo ganan tan poco que el Betis normalmente va a mantener su ventaja de cinco puntos respecto al descenso, pero por una cosa o por otra, ni el equipo ni el proyecto arrancan. En Ipurúa -como frente a Las Palmas- sólo jugaron dos de los once fichajes de Torrecilla, más Sanabria -muy pobre su actuación otra vez- que entró al campo por Mandi tras el descanso, mientras que seis se quedaron fuera de los dieciocho inscritos para el partido. El Betis sobrevive gracias a los de siempre. Y ya se ha cumplido el primer tercio de Liga...
Ficha técnica:
SD Eibar (3): Asier Riesgo, Arbilla, Ramis, Lejeune, Antonio Luna, Fran Rico, Dani García, Adrián (Escalante, minuto 83), Inui (Bebé, minuto 91), Pedro León y Sergi Enrich (Kike García, minuto 73).
Real Betis (1): Adán, Piccini, Mandi (Sanabria, minuto 46), Bruno, Pezzella, Álex Martínez, Donk, Petros (Felipe Gutiérrez, minuto 69), Dani Ceballos, Joaquín (Álvaro Cejudo, minuto 28) y Rubén Castro.
Goles: 1-0, minuto 18: Pedro León. 2-0, minute 23: Sergi Enrich. 2-1, minuto 84: Rubén Castro. 3-1, minuto 92: Kike García.
Árbitro: Ocón Arráiz, riojano. Expulsó por roja directa a Piccini. Cartulina amarilla para Bruno.




