La UCI del Niño Jesús necesita achuchones
Paco Arango, presidente de la Fundación Aladina, busca ayuda para costear una gran reforma de la unidad
Madrid
Gabriel tuvo que dejar de tocar el saxo cuando le ingresaron en la UCI del Niño Jesús. La Fundación Aladina le regaló un instrumento con cascos para que pudiera seguir practicando en el hospital. Esta tarde, Gabriel, que ya ha cumplido los dieciséis años, da un concierto en Pinto. Todos sus beneficios irán a parar al último proyecto de la fundación: una necesaria reforma radical de la Unidad de Cuidados Intensivos del Niño Jesús.
Desde hace algunas semanas, las marquesinas de Madrid se han empapelado con fotos de famosos dándose un achuchón: Mario Vaquerizo y Cayetano Rivera, Matías Prat y Pedro Piqueras… Estos achuchones tienen un trasfondo solidario: “Achuchones por la UCI del Niño Jesús” es el nombre de la campaña que ha lanzado la Fundación Aladina con el objetivo de conseguir financiación para reformar la UCI de este hospital, por la que pasan más de 800 niños, el 9% de ellos con cáncer, como Gabriel.
A Vivir Madrid | La UCI del Hospital Niño Jesús necesita achuchones
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Según ha dicho esta mañana Paco Arango, el presidente de la fundación, “el hospital es de los mejores de Europa, pero es un dinosaurio andante, necesita unos achuchones”. Marta Brultout es la madre de Guille, un niño que ha tenido que ser ingresado varias veces en la UCI. Basándose en su experiencia, da fe de la necesidad de mejoras: "es una UCI con un personal extraordinario pero con unas carencias importantes” Para ella, una de las fundamentales era la ausencia de luz natural. “La luz natural es vida, da energía, ganas de salir”, ha apuntado.
La obra para “hacer la mejor UCI del mundo”, en palabras de Paco, ya está a punto de terminar. A mediados de diciembre estarán listas las instalaciones, sin embargo, la obra no está pagada aún y la cifra asciende hasta el millón y medio de euros. Para explicar la situación, Aladina ha sacado unas camisetas que dicen: “¿Tu piso está pagado? Nuestra UCI tampoco”. La fundación, que corre con los gastos, necesita ayuda para abordarlos. Ya ha logrado casi la mitad, pero aún necesita muchos las aportaciones de muchos más achuchadores.