Las coplas del credo de la libertad a las religiones

Cádiz

Son muchas las coplas que en la historia del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz han sido dedicadas a la religión, y en la sección 'Periodismo cantado' del programa SERxCuatro hemos repasado algunas de ellas.

Así anunciaban Los de Capuchinos de Manolo Santander que llegaban al Gran Teatro Falla, uno de los tipos que en la historia del Carnaval de Cádiz guardan relación con la religión.

Y no siempre se refieren a la religión cristiana, porque en la mente de todos está un estribillo que citaba a Mahoma.

La mítica comparsa Raza Mora cantaba este estribillo en 1972, en una época de otra mentalidad, con una arraigada fe cristiana en una sociedad en la que costaba digerir incluso los cambios asociados a los ritos cristianos. Por ejemplo, Paco Alba llegó a criticar en Los Senadores Romanos las primeras misas con cantes flamencos que se comenzaban a celebrar por entonces en Cádiz.

Y no una misa flamenca, sino una misa de gospel era lo que celebraban, con tintes carnavalescos, Los Aleluyas del Sheriff en el Gran Teatro Falla.

En esta línea de misa negra, rítmica y animada se presentó un particular convento de monjas hace tres años. El coro femenino de Lucía Pardo Que Dios nos coja confesá presentó a unas monjas con ganas de disfrutar de Cádiz en Carnaval.

Sobre la figura de Jesucristo se ha ironizado en tipos y letras y también se ha intentado hacer reflexionar con un cariz más serio. En el plano chirigotero Los Jesusito de mi vida, de José Antonio Vera Luque.

Frente a este lado más canalla, la intención de reflexionar pausadamente sobre la figura de Jesucristo en la comparsa Llámame Jesús de Antonio Rivas con un Ramoni que hacía “milagros” con la voz.

En el Gran Teatro Falla se han cantado letras en defensa del creyente, como lo hizo la comparsa Los Defensores de Luis.

Y también críticas profundas, directas, como la de Noches de Bohemia de Juan Carlos Aragón.

Pero la crítica no siempre tiene que ser tan seria; hay cuplés que entre golpe y golpe dejan un mensaje crítico a la Iglesia o, por ejemplo, a la visita del Papa, como hicieron Los Cegatos con Botas del Gómez y Emilio Rosado en 1983.

Hay letras dedicadas a la religión que han levantado polvareda y que han tenido consecuencias para autores o componentes. A Antonio Martínez Ares una letra contra el Papa con Los Miserables le costó la expulsión de su cofradía, la del Nazareno.

Y las represalias del clero por letras de Carnaval no quedaron aquí. Javier Bancalero fue destituido como capataz de la Virgen de las Lágrimas por cantar esta letra criticando el traslado del Cristo del resucitado en una furgoneta y al párroco de la Iglesia de San Antonio en un tango de El mejor coro del mundo, de Julio Pardo.

La religión llevada al extremo nunca es buena. Este mismo año se cantaba una dura crítica a los terroristas islámicos, a los musulmanes que llevan la religión al extremo de matar. La Comunidad de Jesús Bienvenido aprovechaba la historia más árabe de Andalucía para criticarlos.

La religión ha dado mucho que cantar en el Carnaval de Cádiz, que se ha convertido a su vez en una particular religión cada vez con más creyentes gracias al dogma de la creatividad, al rito del concurso y la calle, al Dios del 3x4 y al tentador credo de la libertad.