El jurado considera culpable al acusado de asesinar a su expareja en Sant Jordi

Palma de Mallorca

El tribunal del jurado considera culpable de homicidio y allanamiento de morada al acusado de asesinar a su expareja en Sant Jordi en julio de 2015. El acusado ha reconocido que mató a cuchilladas a la joven de 33 años aunque ha dicho que no sabe por qué lo hizo. El hombre ha asumido los hechos ante los miembros del jurado en el proceso que se ha seguido hoy contra él en la Audiencia Provincial de Palma. La fiscalía pide diez años de prisión por homicidio y dos por allanamiento de morada, al haber entrado en casa de la víctima sin su permiso.

Durante su declaración ante el tribunal, el acusado ha reconocido que entró de madrugada oír la terraza en la casa de la que entonces era su expareja porque sabía que en verano las ventanas estaban abiertas. A pesar de que la relación había finalizado hacía tres semanas, el acusado ha explicado que intentó mantener relaciones con la joven, que se negó en todo momento. Comenzaron a discutir y ha admitido que en ese momento cogió un cuchillo y cortó a la víctima. A preguntas de la fiscal Mercedes Carrascón, el acusado ha dicho que no sabe las razones que le llevaron a matar a la joven.

También ha declarado como testigo la madre de la víctima, que vivía en el piso de abajo. Ese día había visto a su hija que le comentó que la relación con el acusado ya había terminado. La madre ha relatado que se despertó de madrugada al oír unos gritos ahogados que venían del piso de su hija. Cuando ella no contestó el teléfono subió a su casa, abrió con las llaves que tenía y se encontró a la joven sobre la cama en un gran charco de sangre con el acusado en el lugar.

Uno de los policías que realizaron el atestado ha explicado que el acusado reconoció los hechos en el momento del reconocimiento del lugar. El acusado, que permanece en presión preventiva desde que ocurrieron los hechos, ha indemnizado a los padres de la víctima con cien mil euros. La fiscalía pide para él la prohibición de acercarse a los familiares de la víctima y residir en Sant Jordi un mínimo de once años.