“Con la Iglesia hemos dado, amigo Sancho”
El catedrático de Literatura de la UMU, Pepe Belmonte, no cree que la Iglesia esté en condiciones de dictar sentencia alguna en la polémica 'mongoliana', "cuando desde hace unos cuantos años muchísimos de sus miembros están bajo sospecha por sus tropelías contables y carnales"

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Murcia
Con la Iglesia hemos dado
La imagen no tiene desperdicio y da para un buen comentario. Hace unos días, en los periódicos de nuestra región, con motivo de la misa de desagravio por el cartel, ya famoso, de Mongolia, en donde no se dejaba en buen lugar a la cartagenera virgen de la Caridad, aparecía una instantánea que nos retrotraía a los tiempos del Concilio Vaticano II, a pesar de lo mucho que ha llovido desde entonces.
Nada menos que 20 curas, todos vestiditos de blanco, escoltaban, como si fuera un general de las tropas romanas, al obispo Lorca Planes, ya en el interior de la iglesia en donde se iba a llevar a cabo el exorcismo contra los malos y descarriados de Mongolia.
Y un poco más a la derecha de la fotografía, el alcalde de Cartagena, don José López, modelo, como saben, de prudencia y buen temple, y la consejera portavoz del gobierno, Noelia Arroyo, que en cuestión de cultura, créanme, anda más confusa que un camaleón en una tienda de Desigual.

Pepe Belmonte, catedrático de Literatura de la UMU. / Cadena SER

Pepe Belmonte, catedrático de Literatura de la UMU. / Cadena SER
Nada menos que 20 curas, 20, como 20 blancas palomas, todos a una, como en los mejores tiempos de la Inquisición, cuando por un quítame de ahí esas pajas quemaban al más valiente.
20 representantes, como 20 templos, de la institución menos democrática, más sexista y clasista que existe sobre la faz de la tierra, que tratan de impartir, como si tal cosa, lecciones de moralidad. Manda güevos, que diría Trillo, tan meapilas y amigo del Clero.
Imagínense el panorama. No veo a la Iglesia en condiciones de dictar sentencia alguna cuando desde hace unos cuantos años muchísimos de sus miembros están bajo sospecha por sus tropelías contables y carnales.
Ni tampoco veo a los políticos, que deberían conocer las leyes que ellos mismos dictan, saltándose a la torera lo que es, mientras los jueces no digan lo contrario, un sano ejercicio de la libertad de expresión.
Con la Iglesia hemos dado, amigo Sancho.
Pepe Belmonte




