El Mar Menor ha perdido el 85% de sus praderas marinas
Anse y el Instituto Oceanográfico comprueban cómo ha desaparecido la mayoría de las más de 13.000 hectáreas de vegetación sumergida que se había cartografiado en 2014. Lo que corrobora, según Anse, que la situación de la laguna "es espantosa" y que la administración no asume la realidad

Fondos marinos del Mar Menor durante las mediciones realizadas, que evidencian la turbidez del agua y la inexistencia de praderas marinas. / Cadena SER

Murcia
Ya habíamos avanzado detalles este fin de semana en la Ser, pero ya ponemos número a un desastre medioambiental. Anse y el Instituto Oceanográfico han desarrollado trabajos durante este 2016 que, comparados con la cartografía de la que se disponía de 2014, cuantifica la pérdida de las praderas marinas del Mar Menor en un 85%. Una foto fija "espantosa y gravísima", según Anse, que corroboran que en apenas dos años, se ha perdido la mayor parte de la vegetación sumergida de la laguna.
De las 880 hectáreas de Cymodocea docea ha desaparecido el 59,71 por ciento, de las 6.277 hectáreas de Cymodocea nodosa mixta lo han hecho el 94,93 por ciento, de las 0,58 hectáreas de Ryppia Cirrhosa se ha extinguido el 0,40 por ciento, y de las 3.686 hectáreas de Caulerpa prolifera desapareció el 71,55 por ciento. El 15% restante, se concentra en las partes más someras e iluminadas de la laguna, a profundidades superiores a los 2-3 metros.
Se confirma por tanto, el drástico cambio en la calidad de las aguas de la laguna por una proliferación masiva de fitoplancton que ha hecho que sus aguas se tornara verdes y extremadamente turbias.


Tanto es así que en una inmersión realizada este año se vieron obligados a emplear linternas led de gran potencia a tan sólo 5 metros de profundidad debido a que sólo había un 1 por ciento de la luz que llegaba por la superficie, lo que en el Mediterráneo ocurre a cien metros de profundidad.
En las imágenes de vídeo grabadas por los buceadores de ANSE y el IEO se puede ver claramente que no hay fauna ni praderas y que incluso hay unas manchas blancas de bacterias por anoxia o falta de oxígeno. Los buceadores tenían que ir agarrados uno a otro para no perderse por la falta de visibilidad.
El motivo de esa pérdida de la masa vegetal sumergida de la laguna está en la falta de luz, como consecuencia del fitoplancton que ha proliferado. Además corroboran presencia en altos índices de metales pesados, como consecuencia de la actividad minera; y nitrógeno y fósforo, relacionados con la actividad agrícola, que ha tenido una clara incidencia sobre las praderas marinas.
Para Anse, las acciones que se están llevando a cabo por parte de la administración no están siendo suficientes, y ponen de relieve que no se está asumiendo cual es la 'terrible realidad' que presenta el mar Menor. "Quizá es momento, según Pedro García, de decir claramente que no se sabe qué tiempo se va a necesitar para recuperar la laguna", y cree que para controlar el origen de la contaminación a la laguna, está todo por hacer.
Para Pedro García, "el Mar Menor ha llegado hasta aquí después de varias décadas, y dependen de su estado varios factores. Por lo que no se debería ser tan simple de transmitir a la opinión pública de que con unas pocas medidas se va a restablecer en pocos meses". Para García, la administración debería tener más cautela y tranquilidad y transmitir la realidad, porque "no va a ser nada fácil recuperar el Mar Menor. Hay que aprovechar este desastre para atrevernos a tomar soluciones eficaces e intervenir en sectores que nadie se hubiera atrevido a intervenir".

Ruth García Belmonte
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UCAM, es la directora de Contenidos de la SER en la...




