La tromba evidencia que las inversiones anunciadas durante años no han llegado
Al margen del tramo final de la desembocadura del Guadalhorce, el cauce continúa pendiente de actuaciones que podría paliar los efectos de las riádas durante los temporales
Cadena SER
Málaga
La última tromba de agua en Málaga ha vuelto a dejar en evidencia este domingo que no se han realizado las inversiones anunciadas desde hace años para evitar inundaciones.
Los municipios que atraviesa el río Guadalhorce llevan años reclamando la limpieza del cauce y que se haga un dragado de su cuenca, en un intento de frenar sus desbordamientos crónicos.
Los empresarios de los polígonos industriales en la capital malagueña no llevan menos tiempo exigiendo que las administraciones desbrocen arroyos y eliminen vaguadas.
A lo que se suma el problema, también, sin solucionar de los centenares de casas construidas en zonas inundables de Cártama y Alhaurín de la Torre y que, temporal tras temporal, se acaban anegando, sin que tampoco nadie concrete si deben, o no, seguir habitadas.
Los alcaldes de esta comarca han vuelto a levantar la voz para exigir soluciones. En el Guadalhorce llueve sobre mojado. El encauzamiento del río y su dragado para ampliar el cauce sigue coleando desde hace más de una década en los municipios de Álora, Pizarra, Cártama o Alhaurín de la Torre, un río en cuyos márgenes se concentran cientos de viviendas en zona inundable. En estas casas fue donde hubo que praticar ayer rescates de emergencia en helicóptero con vecinos subidos al techo de las viviendas o desaljarlos en lanchas por la Guardia Civil.
Los alcaldes de Cártama, Jorge Gallardo (PSOE), y de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova (PP) han vuelto a exigir, en las últimas horas, tanto a la Junta de Andalucía como al Gobierno central, que acometan las obras necesarias para dar respuesta a esos problemas históricos.
Se suma a estas reivindicaciones el alcalde de Álora, José Sánchez, también del PSOE, que se lamenta que no se haya acometido ninguna obra desde el último gran desbordamiento del río Gudalahorce, en septiembre de 2012.
Nueve municipios se vieron afectados por la avenida de agua, 300 tuvieron que ser desalojados y, lo peor, murió una mujer en la barriada aloreña de El Puente. En total, ocho mil vecinos se vieron afectados por daños en sus viviendas o cosechas. El alcalde de Álora, cuyo municipio ahora afortunadamente no ha sufrido daños esta vez, ha revelado que aún no ha cobrado ni un euro por los datos de esa riada.
