Más raro fue aquel verano que no paró de nevar
El Ajax lleva sin perder desde el 24 de agosto y el Celta se clasificó en la última jornada en Milán y Palermo
Vigo
Creer o no creer, esa es la cuestión. Ya lo cantaba el maestro Sabina: más raro fue aquel verano que no paró de nevar. El Celta lo tiene difícil; muy difícil. Pero lo tiene que intentar y tiene que olvidarse de lo que suceda en el partido de Lieja y de todo el ruido mediático previo que llega. Es cierto que no ayudan demasiado las decisiones de Peter Bosz que ha preferido dejar en Amsterdam, para que no se resfríen y para evitar el jet-lag, a jugadores importantes como Davison Sánchez, Schone, Bazoer, Traoré o Sinkgraven. Tampoco ayuda a no pensar en la dificultad del toro las declaraciones del entrenador del Ajax diciendo aquello de “si al Celta esto no le gusta, que hubiesen hecho los deberes antes”. Obviamente uno puede interpretar estas cosas como que a Bosz le aburre pensar en terceros, en una versión Benelux del famoso biscotto o también que el Ajax, ya eliminado por el Celta en aquella histórica Champions, prefiera que pase un Standard, a priori, más débil y más cercano. Parece como que si uno analiza estas hipótesis le pueden llevar a pensar a uno que el Celta lo tiene todavía más complicado. Que tendrá que ganar y hacerlo por bastantes goles.
Pero también hay datos positivos, datos para la esperanza, datos y estadísticas para gritar un “sí se puede” en clave celeste. El Ajax solamente ha perdido dos partidos; los dos en agosto y los dos seguidos. El 20 de agosto perdía con el Willem II en casa (1-2) en un accidente de los que pasan una vez en la vida y, sobre todo, en agosto arrancando la temporada. Cuatro días después, llegaba el batacazo en la previa de Champions perdiendo 4-1 con el Rostov y cayendo eliminados. A partir de ahí: en la Liga Holandesa 7 victorias y 1 empate en el Amsterdam Arena y 5 victorias y 2 empates a domicilio; en la Copa de Holanda 2 victorias (1 en casa y otra fuera); en la Champions League: 1 victoria fuera y 2 empates en casa; en la Europa League: 3 victorias en casa, una victoria en Grecia y un empate en Balaídos. Una máquina de ganar en casa y fuera, de prácticamente no perder puntos, de ser capaz de la mano de Peter Bosz de reducir a dos los partidos perdidos y que además se produjo en el arranque, en plena fuga de De Boer al Inter.
El Ajax es fiable, por lo menos hasta ahora. Y para seguir con la teoría positiva, la del sí se puede, llegaba un Celta hundido en la Liga, con Lotina en el corredor de la ratificación a San Siro y fue capaz de vencer 1-2 al Milan y seguir en Champions. Y tenía que empatar o ganar en Palermo y lo hizo; empate a un gol (Baiano y Tedesco) en un partido en el que el Celta tenía que puntuar y fue a por todas: el Celta de Fernando Vázquez tiró 16 veces a portería y sacó 12 córners. Su valentía, su entrega y su confianza tuvieron su premio. El Celta pasó a 1/16 y después eliminó al Spartak y jugó contra el Werder Bremen en la siguiente ronda. Es preferible no pensar ni en la convocatoria del Ajax ni en las palabras de Bosz. Es preferible pensar en el Ajax, en el Celta y, aunque sabemos que el reto es difícil, ya decía Joaquín Ramón Sabina que…más raro fue aquel verano que no paró de nevar.