Decrece entre los vascos el apoyo al reconocimiento de Euskadi como nación
La preocupación por el empleo se mantiene en el primer lugar en la sociedad vasca, pero con un retroceso de 14 puntos en los últimos nueve meses, según el Euskobarómetro
Bilbao
El apoyo al reconocimiento de Euskadi como nación en una eventual reforma del autogobierno se ha reducido del 55 % de la sociedad vasca que se registraba hace once años al 47 por ciento actual, según los resultados del último Euskobarómetro.
El reconocimiento de Euskadi como nación y la inclusión del término en la reforma del Estatuto que se va a discutir esta legislatura vasca es uno de los puntos de polémica en los últimos meses.
Hoy, la encuesta que realiza la Universidad del País Vasco ha reflejado que un 35 por ciento de los vascos rechaza la definición de Euskadi como nación, porcentaje que se ha incrementado en trece puntos en la última década, mientras que un 11 % no se decanta y un 7 % no se pronuncia al respecto.
El sondeo, presentado hoy por el director del Euskobarómetro, Francisco Llera, recoge que los vascos siguen divididos entre autonomismo, federalismo e independentismo.
Así, la gran mayoría de los vascos sigue oscilando entre la actual fórmula autonómica (33 %) y un posible escenario federal (34 %), mientras que el apoyo a la independencia sigue siendo minoritario (25 %).
De hecho, una mayoría cualificada de tres cuartas partes de la ciudadanía vasca (74 %) sigue mostrándose relativamente satisfecha con el Estatuto, mientras que los insatisfechos no llegan a uno de cada cinco (19 %).
Pero aunque se rechace la independencia, la mayoría, un 59 por ciento, se muestra favorable a la convocatoria de un referéndum sobre esta materia.
La preocupación por el empleo (56 %) se mantiene en el primer lugar en la sociedad vasca, pero con un muy significativo retroceso (-14 puntos) en los últimos nueve meses y por primera vez desde el inicio de la crisis, según el Euskobarómetro.
Muy por debajo del empleo se sitúan un conjunto de problemas, agrupados bajo el epígrafe de "desigualdades sociales y bienestar" (16 %), aunque con un significativo incremento (7 puntos).
La tercera posición la ocupa la preocupación por la situación política (10 %), también con un ligero incremento (2 puntos).
A continuación se señala la situación económica (9 %), tras retroceder cinco puntos en los últimos semestres.
A mayor distancia aparece la vivienda (2 %), mientras que la violencia, la pacificación, los presos o el problema vasco se mantienen en el 1 % en su conjunto, quedando muy relegados, igualmente, el medio ambiente, la inmigración y otros.
La nota que obtiene el Gobierno Vasco presidido por Iñigo Urkullu vuelve a superar el aprobado (5,8), mejorando la nota de principios de año, mientras que el líder político más valorado es Miren Larrion (EH Bildu), aunque con el matiz de que es muy poco conocida.
El Gobierno de Urkullu tiene razones para estar satisfecho, ya que la sociedad vasca se decanta por la opinión positiva (49 %) sobre su gestión, tras un significativo incremento de 15 puntos en los últimos nueve meses.
En línea con lo anterior, los resultados de las elecciones autonómicas del 25 de septiembre han sido recibidos con satisfacción, y el Gobierno resultante, PNV-PSE, es la opción preferida por la sociedad vasca, por encima de un hipotético ejecutivo PNV-EH Bildu.
El gobierno PNV/PSE-EE entusiasma al electorado socialista (83 %) y es el preferido entre los votantes del PNV (36 %), mucho más divididos.
Por primera vez, un grupo de cinco líderes obtienen el aprobado: Miren Larrion, Iñigo Urkullu, Alberto Garzón, Nagua Alba y Andoni Ortuzar, todos por encima del cinco.
La encuesta ha sido presentada hoy en Bilbao por su director, el catedrático de Sociología Francisco José Llera.
Según el sondeo, se mantiene el rechazo frontal y mayoritario a ETA de la sociedad vasca (63 %) en torno a su récord histórico.
Según Llera, lo más llamativo sigue siendo la práctica desaparición del apoyo explícito y total a ETA (sólo la apoya así el 1 %), incluso en el electorado de EH Bildu (3 %), así como la reducción a solo 3 puntos de la justificación crítica de los que apoyan a ETA reconociendo sus errores, que solo es mantenida por el 16 % de los votantes de EH Bildu.