Errejón entierra a Huertas
La dureza con la presidenta del Parlament contrasta con las graduación que Errejón impone a la reforma del país, que debe hacerse "paso a paso" imitando a Simeone

'La línea roja' de Matías Vallés (13/12/16)
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Palma de Mallorca
Presumo que los aquí reunidos votamos a más de un partido. Sin embargo, confiese que usted también escucha a Íñigo Errejón con una atención especial.
En una entrevista con esta casa, el número uno y medio de Podemos reclamaba "una organización más madura", y el propio Errejón habla ya como un veterano, como un padre de la Constitución con aspecto de nieto de la Carta Magna.
Acostumbrado a la vieja política, pensaba que Errejón desviaría la pregunta sobre el futuro en Podemos de la presidenta del Parlament.
Sin embargo, no escurrió el bulto y habló de "aplicarnos hacia dentro la misma ejemplaridad que hacia afuera". No concedió a Xelo Huertas ni la virtualidad de una defensa.
Hablábamos ayer de que Francina Armengol y Miquel Iceta habían enterrado en Palma a Pedro Sánchez.
Sin ánimo de repetirnos, Errejón también enterró en Balears a a Xelo Huertas.
La dureza con la presidenta del Parlament contrasta con las graduación que Errejón impone a la reforma del país, que debe hacerse "paso a paso" imitando a Simeone.
No solo Errejón despidió a Huertas sin necesidad de nombrarla, sino que asoció la expulsión con el rigor especial que requiere "la segunda comunidad con más tramas mafiosas o de corrupción". Si somos los segundos, no queremos ni imaginar cómo son los primeros.




