Peligra la variante exterior
El ministro de Fomento propone mejorar el trazado actual porque duda que "merezca la pena gastar 600 millones para ahorrar 4 minutos de viaje"
Días antes de las elecciones el salón de plenos del concello de Ourense albergaba la firma de un convenio que garantizaba la llegada del AVE en 2018, la variante exterior y la estación intermodal / Miguel Bernárdez
Ourense
De la Serna plantea que no se acometa esta variante, sino que se reforme el trazado convencional actual que no permite velocidades superiores a los 100 km/hora. Así las obras se prolongarían por menos tiempo. En una entrevista en TVE, justificó ayer además el cambio de planes por el elevado coste de la variante de Ourense en relación a su beneficio. "Hay que reflexionar si por cuatro minutos de tiempo de (ahorro de) viaje merece la pena destinar 600 millones de euros o si es mejor emplear esta inversión en otro fin", abundó el ministro de Fomento, quien plantea como alternativa: "Arreglar y hacer una inversión en la línea (actual) que puede generar alta velocidad".
"El debate se ha centrado mucho en cuánto dinero se va a invertir y menos en términos de tiempos de viaje", apuntó De la Serna, quien volvió a insistir que las obras del AVE a Galicia son "muy complejas", con tramos que "estaban en una situación muy comprometida, con muchos tramos en túnel y viaducto que están generando problemas". La semana pasada aludió a cinco tramos, en Ourense y Zamora que suman 18,5 kilómetros y cuyas dificultades técnicas ya dejaban en el aire el plazo inicial de 2018 para inaugurar la alta velocidad a Madrid. A mayores están los 17 kilómetros de la llegada del AVE a la ciudad de las Burgas.
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, contestaba de forma inmediata con el siguiente comunicado:
En primer lugar, es necesario recordar que existe un acuerdo plenario que hay que cumplir, ya que es unánime entre todos los grupos, siendo pues un acuerdo estratégico de ciudad al que no vamos a renunciar, y responde a que Ourense no puede quedarse sin la variante exterior para la entrada de la Alta Velocidad.
Además, a este respecto existe también un protocolo firmado por anteriores ministros de Fomento de diferentes gobiernos con distintos signos políticos. Y todos coincidieron en que Ourense necesita esa variante exterior para dignificar la entrada de la Alta Velocidad no sólo en la ciudad, sino en toda Galicia.
No comparto las formas del anuncio, contrario a los intereses de la ciudad, realizado por el ministro de Fomento, e incluso me parece precipitada esa declaración de intenciones de un ministro que todavía no ha hablado con los representantes de la ciudad sobre este asunto. Este alcalde solicitó reunión con el titular de Fomento nada más hacerse público su nombramiento, pero aún no ha recibido respuesta.
Dejar a Ourense sin la variante exterior podría suponer para la ciudad que se quedase con un “trazado de la vergüenza” -al estilo, posiblemente, de la entrada de la autovía en Vigo, por ejemplo- del que no vamos a ser cómplices, y es algo que no nos merecemos bajo ningún concepto. La variante exterior en Ourense no va a ser negociable, y cuando menos, no contará con el apoyo del actual equipo de gobierno.
