La línea entre la presión y el interés
¿Y si los juzgados no hubieran anulado el Plan Rabasa? ¿Y si el proyecto hubiera llegado a buen término? ¿y si todo no se hubiera truncado en el camino por la presión social?
La Columna de Carlos Arcaya | La línea entre la presión y el interés | 14/12/2016
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Alicante
La línea -no sé si es roja o si es delgada- entre la presión y el interés. Lo de Ortiz, llamando a funcionarios y a la alcaldesa para interesarse por la buena marcha del Plan Rabassa, fue simplemente el recurso de un promotor simpático, con capacidad para hacer regalos y con desparpajo para acelerar la tramitación de proyectos urbanísticos.
Y además, como al final, el plan fue anulado por la justicia, el juez no puede delimitar que ese interés se convirtiera en presión y no digamos, en coacción. Esa es la realidad judicial. Nadie la discute, como bien dice el abogado de Ortiz.
Ahora bien, ¿y si los juzgados no hubieran anulado el Plan Rabasa? ¿Y si el proyecto hubiera llegado a buen término? ¿y si todo no se hubiera truncado en el camino por la presión social? Estaríamos ante otro escenario que no tiene nada que ver -afortunadamente- con la realidad urbana actual. Entonces, una delgada línea roja lo frenó.