Nobeles en la Cruz Cubierta

A lo largo de la Carretera Real de Madrid por Casas del Campillo, conocida también como calle San Vicente, «de fuera» o «extramuros» y en la actualidad simplemente San Vicente Mártir, florecieron a principios del siglo XX numerosos asentamientos espontáneos desarrollados por promotores privados, sin ningún planeamiento urbanístico previo. En uno de estos núcleos, de los más compactos y voluminosos, el ayuntamiento decidió honrar con una calle a dos prestigiosos científicos extranjeros cuyos nombres continúan en los rótulos de aquel, todavía hoy, periférico barrio. LAS CALLES DE BEHRING Y EDISON Desde el centro de la ciudad, siguiendo el histórico trazado de la calle de San Vicente Mártir hacia el sur, dejando atrás la Cruz Cubierta y una vez pasada la Rambleta, antes, y el Bulevar Sur ahora, a mano izquierda, todavía podemos contemplar este pequeño dédalo de calles que sobreviven a pesar de sus edificaciones centenarias y el maltrato urbanístico al que se ven sometidos estos barrios catalogados como fuera de ordenación. Allí fue, efectivamente, cuando el 23 de abril de 1910, en la misma sesión donde se aprobó el nombre de Cánovas para la plaza que hoy lo acoge, se decidió rotular dos calles con los nombres de Edison y Behring en honor al célebre inventor americano Thomas Alva Edison y al menos conocido, pero tan ilustre como el anterior, Emil Adolf Von Behring, bacteriólogo alemán que recibió el primer premio Nobel de medicina en 1901. No sabemos cuál fue la reacción de los vecinos cuando ambas calles fueron rotuladas con nombres tan exóticos, sobre todo la del médico alemán, en un barrio formado por familias obreras, muchas de ellas inmigrantes de origen humilde y cuyas tasas de alfabetización eran muy bajas. Sí sabemos, por el contrario, lo que opinaba la prensa de la época, y en concreto el periodista y gran conocedor de la toponimia valentina Godofredo Ros, el cual, pese a sus grandes conocimientos, no supo ubicar a la figura de Behring, al que pasó por alto. En cuanto a la calle de Edison, personaje más popular en aquella época, Ros se despacho de la siguiente manera: “Se le puso este glorioso nombre mundial para honrar el apellido del eminente inventor Tomas Alva Edison, al que no hay quien desconozca como creador del fonógrafo y demás aparatos eléctricos. Nos parece muy plausible que el ayuntamiento rotulara una de nuestras calles con el nombre de esta gran figura, pero no cabe duda de que Calixto III y Alejandro VI, Papas, fueron unas grandes figuras y además valencianos, y sin embargo aún no tienen ninguna calle con su nombre”. A pesar de lo que mucha gente cree, Edison nunca fue galardonado con el premio Nobel, pero aún así su popularidad era, y es, mucho mayor que la de su compañero en el callejero, el doctor Behring, del cual ni siquiera el erudito Godofredo Ros pudo averiguar nada. En cualquier caso, ambos continúan en sus rótulos, paralelos, a orillas de la extinta Rambleta, expectantes al devenir de un nuevo plan de ordenación. Puedes leer el artículo completo en: http://valentinatopofilia.wordpress.com/

Nobeles en la Cruz Cubierta

El 23 de abril de 1910 se decidió rotular dos calles con los nombres de Edison y Behring en honor al célebre inventor americano Thomas Alva Edison y al menos conocido, pero tan ilustre como el anterior, Emil Adolf Von Behring

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