El crucerista es bueno

Valencia

Conviene recordar que Valencia se incorporó tarde a esto del turismo de cruceros, que hace 15 años apenas hacían escala barcos. Este tipo de turismo experimentó después un aumento exponencial. Con la crisis, se pinchó la burbuja y ahora parece que se recupera.

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Un turista, por cierto, que a priori no se gasta mucho. ¿Hemos de despreciarlo por ello? Para nada. El turista que se baja en Valencia, si le gusta la ciudad, se va a convertir en un futuro prescriptor del destino, nos va a recomendar. Por eso es muy importante que la ciudad ofrezca un oferta turística singular y de calidad para que los visitantes se lleven la mejor de las experiencias. Y ahí hemos de contribuir todos.