Prisión sin fianza para el único sospechoso del asesinato de Ana
Cesar A.O., de 38 años, ha llegado a los edificios judiciales minutos antes de las 09.00 horas en un furgón policial
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Vigo
La jueza ha acordado prisión provisional comunicada y sin fianza para César A.O., único sospecho del asesinato de Ana María Enjamio. La causa se sigue por un presunto delito de asesinato y las diligencias continúan declaradas secretas. Sólo declaró a las preguntas de su defensa.
César A.O., detenido por el asesinato de Ana María Enjamio, de quien era compañero de trabajo y con la que mantuvo una breve relación sentimental, llegaba a los juzgados de Vigo para pasar a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.
El hombre se acogió en su momento a su derecho a no declarar en sede policial, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
Cesar A.O., de 38 años, ha llegado a los edificios judiciales minutos antes de las 09.00 horas en un furgón policial.
El Juzgado de Instrucción 5 de Vigo decidió inhibirse en favor del de Violencia sobre la Mujer- que ha incoado procedimiento de Tribunal del Jurado-, al constatar la investigación policial que existió una relación sentimental entre víctima y detenido.
El hombre era compañero de Ana María Enjamio en la empresa Grupo Cablerías, en sus instalaciones en O Porriño (Pontevedra), en la que la víctima apenas llevaba unos meses como empleada, tras un período previo en prácticas.
Con ella, César mantuvo una breve relación sentimental a la que la chica decidió poner fin, según informaron fuentes de la investigación.
Este hombre fue detenido en el hospital, donde ingresó con cortes en las muñecas y el cuello, tras autolesionarse, y fue dado de alta sobre las ocho de la tarde del domingo para, desde allí, ser trasladado a comisaría.
César A.O. fue a la cena de empresa a la que acudió la víctima en la noche del pasado viernes, de la que se marchó Ana María con dos compañeras.
Una de ellas la llevó en su coche hasta su vivienda, situada en la Avenida de Madrid de la ciudad olívica, y, una vez que entró en el rellano, fue supuestamente atacada por el detenido con un arma blanca, que le clavó entre ocho y diez veces hasta producirle la muerte.
Desde la detención del sospechoso se han realizado registros en su domicilio, su vehículo y en los alrededores de la vivienda familiar en la que estaba desde que se había separado de su mujer, con la que tenía dos hijos en común, con el ojetivo de localizar el teléfono móvil de la víctima y el arma homicida, que siguen sin aparecer y que serían determinantes para la investigación.
