El Sporting se acostumbra al desastre
Los rojiblancos quedan eliminados de la Copa en otro nefasto partido en el que encajaron un gol al empezar cada tiempo
Eibar
¿Cómo iba a ser el último partido del Sporting en 2016? Pues un desastre, para no variar. Eliminado de la Copa (el peor de los problemas), el equipo confirmó en Ipurúa que no es capaz de salir de la espiral de desastres, de la impotencia hecha equipo de fútbol, de la depresión permanente. Ni en la Liga, ni en la Copa. Ni con los titulares, ni con los suplentes ni con los mediopensionistas. El equipo va de ridículo en ridículo. Y si alguno se deja engañar por los arreones finales ante el Villarreal o el Eibar, cuando los partidos ya están decididos, allá él.
Resulta desesperante escuchar al entrenador o a los jugadores utilizar argumentos como esos, o emplear expresiones como "la línea a seguir" para referirse a los escasos momentos de los partidos en los que el equipo da un par de pases seguidos o maquilla un marcador. Quizás sea lo que tengan que decir, porque su sinceridad podría resultar demoledora.
- FICHA TÉCNIca
Encajar un gol en el primer minuto de partido y otro en el primer minuto de la segunda parte solo le puede pasar al Sporting. Y si tiene demérito que a los 34 segundos de encuentro te marquen, lo otro casi lo supera, porque el Éibar tardó 15 segundos más, pero habían sido los gijoneses los que sacaron de centro.
Palo para empezar
Para animar al personal, el Éibar logró el tercer gol de la eliminatoria cuando algunos espectadores ni se habían acomodado en la butaca. A los 34 segundos, Bebe protagonizó la primera de las muchas internadas por la banda de Douglas, que se pasó el partido persiguiendo sombras. Diego Mariño rechazó el primer disparo, pero el balón quedó muerto en el punto de penalti y el delantero Kike solo tuvo que empujarla.
El 2-0 del descanso se quedó corto. Kike perdonó incomprensiblemente el segundo en el ecuador de la primera parte y Bebe se hinchó a poner balones desde la izquierda que se paseaban por delante de la portería sin encontrar rematador ni 'despejador'. A dos minutos del descanso, Adrián González no perdonó una buena asistencia de Cristian Rivera.
La sentencia llegó en otra laguna defensiva del Sporting, en el primer minuto de la segunda parte. Cristian Rivera disparó, Diego Mariño metió la mano pero el balón se quedó otra vez muerto en el área y de nuevo Kike García anotaba. Bebe perdonó el cuarto y el Sporting solo había tenido tres disparos entre los tres palos: dos faltas muy bien lanzadas por Xavi Torres y Douglas (el primero a la cepa del palo y el segundo a la escuadra, bien resueltas ambas por Yoel), además de un mano a mano de Afif con el portero.
Tuvo que ser la salida de los canteranos Christian y Rubén la que le diera un poco de frescura al equipo. El segundo maquilló el marcador con un gol, bien asistido por Douglas. Y ahí se acabó una Copa del Rey en la que los suplentes del Eibar le endosaron cinco goles a los del Sporting. Ese es el nivel.
El parón navideño viene más que bien. La duda es lo que nos encontraremos a la vuelta. Se esperan algunos fichajes, pero serán contados. Y la duda sigue implantada en el sportinguismo. Si no se refería a los fichajes, ¿qué es lo que le ha pedido Abelardo al presidente Javier Fernández para cambiar la dinámica? ¿Un milagro?
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...