“El responsable de abrir las compuertas allá en lo alto del firmamento se ha pasado unos cuantos pueblos”
El catedrático de Literatura de la UMU y habitual 'micromentarista' de Hoy por hoy, Pepe Belmonte, dedica esta semana su columna de opinión a la lluvia

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Murcia
Contando bajo la lluvia
Durante los días pasados, hemos asistido a uno de los espectáculos más joviales y gozosos que uno puede contemplar en esta tierra: la lluvia. La lástima es que esta vez el responsable de abrir las compuertas allá en lo alto del firmamento se ha pasado unos cuantos pueblos, y ha tirado del tablacho más de lo necesario hasta convertir en tragedia lo que parecía un simple juego para nuestros sentidos.
Y es que aquí, en nuestra región, cuando llueve, llueve de verdad. Somos los campeones de la gota fría, los reyes de las inundaciones y las riadas, que hemos sufrido desde los tiempos de Maricastaña.
Esta vez sí que estábamos preparados, con los márgenes del río limpios de polvo y paja. Lo que pasa es que nadie, ni siquiera el hombre del tiempo, había previsto esta enorme avalancha de agua y barro que ha sumido en la mayor de las desolaciones a las pedanías y, sobre todo, a los pueblos de la costa murciana.
Un servidor ha sufrido en su propia casa el desacompasado concierto de barreños y cacerolas con los que trataba de contener las múltiples goteras.

Pepe Belmonte, catedrático de Literatura de la UMU. / Cadena SER

Pepe Belmonte, catedrático de Literatura de la UMU. / Cadena SER
Ver llover, al menos en el Sur de España, es uno de los mayores placeres a los que un ser humano puede asistir. Para un gallego, por ejemplo, la lluvia forma parte de su ADN, es la música que suena al fondo en sus vidas y de la que no hacen el menor caso, por conocida y repetitiva.
Aquí, entre nosotros, cuando llueve parece como si se ralentizaran nuestros movimientos. La gente hace auténticos malabarismos para no mojarse, saca los vehículos a la calle y se sufren los mayores atascos del mundo. ¿Y los taxis? ¿Dónde se esconden los taxis cuando arrecia el líquido elemento?
A nosotros no nos gusta cantar bajo la lluvia. Ni pisar los charcos, porque hace tiempo que dejamos de usar katiuskas. Y nos entra, en vez de morriña, un hambre feroz que sólo se sacia a base de migas con tropezones.
Alguien, con urgencia, debería investigar ese comportamiento tan raro de los murcianos en cuanto ven caer las primeras gotas del cielo.
Pepe Belmonte

Paco Sánchez García
Procedente de la emisora de su pueblo (Bullas), desde 2004 forma parte de la SER, siendo su primer destino...




