Un nuevo recorte en sanidad encubierto
La reflexión de Silvia Sáez Belloso, presidenta del Colegio de Enfermería de Valladolid

Un nuevo recorte en sanidad encubierto
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Desde el pasado mes de septiembre, el Colegio Profesional de Enfermería de Valladolid lleva solicitando información sobre la nueva organización de los servicios de salud mental del Área Oeste de Valladolid.
Esta demanda de información se produce después de que el Colegio tuviera conocimiento de una alianza entre las gerencias de salud de Valladolid y Zamora, que de facto supone el cierre de la unidad de rehabilitación psiquiátrica del Hospital del Río Hortega, con la consiguiente incertidumbre para profesionales y enfermos.
La unidad del Río Hortega se encuentra actualmente bajo mínimos, ya que solo presta servicio una sola enfermera y un auxiliar, desde que se firmó una alianza “estratégica” entre el gerente de Atención Especializada Valladolid Oeste, Alfonso Montero; el gerente de Asistencia sanitaria de Zamora, Francisco Montes y el director de la Unidad de Salud Mental de Zamora, Manuel Franco Martín, quien desde entonces pasó a liderar el área de Salud mental de Zamora y Valladolid, en calidad de coordinador.
Para las enfermeras que forman parte de la Unidad de Salud mental del Río Hortega implica verse afectadas en su desempeño profesional por una situación que podría generar arbitrariedades y cambios de puesto de trabajo
A los enfermos y sus familias se les deja en un limbo, en tanto Sacyl no está informando de quienes serán los encargados de prestar la asistencia sanitaria y con qué criterios.
Desde el Colegio Profesional de Enfermería de Valladolid, tememos que haya una merma en la calidad de los cuidados en materia de salud mental y en el derecho a la asistencia sanitaria, porque se pretende derivar a pisos y casas de fundaciones y organizaciones privadas, de las que hasta el momento no se tienen noticias sobre su gestión y resultados, a los pacientes que eran atendidos hasta ahora en el Hospital del Río Hortega.
Desde entonces, las preguntas que como Colegio profesional encargado de velar por la profesión de enfermería y la garantía de la asistencia a los pacientes y familias afectados son muchas: ¿por qué se pretenden fusionar dos áreas de salud tan dispares como son Zamora y Valladolid? ¿Con qué argumentos? ¿Cuáles son los criterios que se utilizan para derivar pacientes tratados hasta ahora en centros sanitarios públicos a fundaciones y entidades privadas? ¿Quiénes son las fundaciones privadas a las que se envía a los pacientes y cómo son elegidas? ¿Cuentan con los permisos, requisitos y garantías suficientes para garantizar la asistencia sanitaria? ¿Cuentan con un entorno adecuado para el ejercicio profesional de los empleados enfermeros de Sacyl? ¿Qué recursos públicos se utilizarán y desviarán a pisos y/o otras dependencias a los que van a ser derivadas los pacientes tras el cierre de la unidad?
Todas estas preguntas han sido formuladas por el Colegio de Enfermería a la Gerencia de Salud de Valladolid, al Gerente de Sacyl y al Consejero de Sanidad, sin que por el momento haya sido contestado.
La única respuesta que recibió fue una querella al Colegio y a su presidenta por parte del nuevo coordinador de la nueva área de Salud, Manuel Franco. ¿Es así como Sacyl responde a la demanda de transparencia que como servicio público tiene que proveer?
La demanda interpuesta por Manuel Franco no va a amedrentar ni al colectivo ni al Colegio Profesional, que hasta el momento solo ha cumplido con lo que se prevé en sus Estatutos y con su obligación como organización colegial, que es la representación y defensa de la Enfermería en Valladolid y ha denunciado los hechos acontecidos, además de pedir que haya total información al respecto.




