Otro partido para el olvido (4-0)

Las Palmas de Gran Canaria

El partido de vuelta de la Copa del Rey permitió a Jémez, introducir una serie de cambios. Volvía Raúl, una decisión amparada no sólo por rotar en esta competición sino para sentar en el banquillo a Chichizola, que tuvo una actuación para olvidar ante el Eibar. Debutaba Jairo, que ya estuvo convocado en el partido de liga y dio paso Jémez a Vicente, Halilovic, David García y Hernán Santana.

El Valencia empezó dominando el juego, intentando presionar la salida de balón de la UD Las Palmas. A los amarillos les costaba acercarse a la portería del equipo local, de hecho en los primeros quince minutos Las Palmas no había probado al portero rival, mientras que Andrea, dispuso de la primera ocasión en un remate de Andrea en el minuto 10.

Al filo del minuto 20 de la primera mitad, el dominio del Valencia ya era absoluta, con Raúl, portero de los grancanarios ocupando los primeros planos. Parecía que era una cuestión de tiempo que el equipo de Marcelino abriera el marcador. Y lo hizo Vieto, en el minuto 29en un saque de portería los jugadores del Valencia le ganaron las espaldas a los amarillos y Vieto aprovechó para marcar el primero. No hubo reacción en la UD, que sólo se presentó en el área local en el último minuto del primer tiempo, en donde un remate de Calleri, fue anulado por falta sobre su defensor.

. La segunda parte no pudo tener un arranque más tenebroso. En la primera llegada del Valencia, de nuevo Vieto aprovechó un pase que le vino de la banda derecha para disparar sin piedad sobre la portería de Raúl, y marcar el segundo gol. Este mazazo, tuvo un posterior efecto, y de nuevo desagradable, porque en la siguiente jugada el Valencia conseguía el tercero de la noche, en las botas de Maksimovic, y con toda la segunda parte por delante. Toda una luna de miel para los de Marcelino. De nuevo Vietto, lograba el cuarto gol, en un lanzamiento desde el centro del campo, donde batía por alto a Raúl. De esta manera tan dolorosa terminó un partido en el que no se salva nadie.