El Valencia Basket se da un festín

Valencia

Con cinco bajas (Green, Sastre, Diot, Vives y Williams) y 'pico' (San Emeterio y Dubljevic, diezmados), el Valencia Basket tenía que volver a hacer un esfuerzo mayúsculo esta vez en la competición doméstica, después de rozar la gesta 48 horas antes el Fenerbahce en Euroliga. Y lo cierto es que tuvo que hacer el esfuerzo en los dos primeros cuartos porque el partido estaba sentenciado al descanso.

El primer cuarto estuvo igualado, con Dubljevic tirando de los locales. El montenegrino hizo 12 puntos. Parecía que sería suficiente para irse en el marcador pero el Tecnyconta Zaragoza no se iba a quedar atrás y se resistía a quedarse atrás liderado por McCalebb y Barreiro. El resultado al final de los diez primeros minutos: 29-28.

El segundo cuarto arrancó con un Valencia Basket más acertado de cara al aro, con un parcial 12-0, liderado por Abalde con dos triples de los que rompen el hielo y fundamentalmente Tibor Pleiss. A la fiesta se sumó hasta Rudez, que tuvo minutos y la confianza de Vidorreta, que se trdujo en tres lanzamientos de triple del croata: dos entrao  que marcó el partidron y el otro se salió llorando.

El Valencia Basket se convirtió en un ciclón en este segundo cuarto. Máxima efectividad taronja. A los locales le entraba todo lo que intentaba, tanto de dos como de tres, donde también quiso aprovechar la incercia Van Rossom. Y quien también aprovechó la cada vez mayor renta en el marcador para dar descanso a sus jugadores es Vidorreta, que dejó en el banquillo más minutos de lo habitual a Dubljevic, San Emeterio y Van Rossom, suplidos por Rudez, Puerto y el recién llegado Sergi García. El resultado al descanso ya dejaba sentenciado el encuentro: 60-35. Es decir, el parcial de los 10 minutos: 31-7.

Lejos de conformarse con la gran renta que se llevó al descanso, el Valencia Basket se mostró insaciable en la reanudación. Así lo atestigua otro parcial demoledor de arranque: 12-0. Un cuarto en el que pidieron protagonismo jugadores como Will Thomas y Doornekamp. Y también el joven Puerto, que volvió a la pista después de escuchar a la grada pidiendo su entrada en cancha, como también se cantó el nombre del otro 'júnior', Hlinason. Con éste hubo que esperar al último cuarto para verle en acción. Mientras, lo que ocurría en la pista ya era gustarse y aumentar la diferencia en el marcador con cifras de escándalo. El tercer cuarto acabó con el Valencia Basket doblando en el marcador a los aragoneses: 84-41.

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Con los jóvenes Puerto y Hlinason y otro poco habitual como Rudez en un quinteto liderado por un infalible imperial San Emeterio, el último cuarto sirvió para redondear el festín que se dieron los 7.500 espectadores de la Fonteta. Para completarlo sólo faltaba uno de esos objetivos bonitos que se plantean en partidos como este: llegar a los 100 puntos. Lo tuvo Hlinason en su mano con dos tiros libres, pero sólo anotó uno.

Pero el guión parecía estar escrito con un final feliz hasta en lo anecdótico, porque llegó el punto 101 y precisamente obra del joven islandés, que se colgó del aro, con un grito sólo comparable al de Puerto, que cerró el marcador con un 103-58 para recordar en la Fonteta.