Como en los viejos tiempos
La Fonteta vuelve a vivir una fiesta como tantas hubo la temporada pasada pero echábamos de menos en ésta. Los nueve jugadores disponibles, puesto que Valencia Basket tuvo otra vez seis bajas, se dejaron el alma para doblegar al Barça.

GRAF791. VALENCIA, 16012018.- El base belga del Valencia Basket Sam Van Rossom (i), elude al pivot del Barcelona, Pierre Oriola, durante el partido de Euroliga que juegan hoy en el pabellón Fuente San Luis. EFEKai Försterling / Kai Försterling (EFE)

Valencia
Con un par de... Así se trabajó Valencia Basket su victoria frente al Barcelona en la decimoctava jornada de la Euroliga. La historia de los partidos anteriores de esta temporada se repetía en la previa. De nuevo un carro de bajas con las que afrontar el encuentro. Esta vez eran seis: Diot, Vives, Sergi García, Sastre, Green y Williams. Así es difícil, pero los nueve valientes que sí que estaban disponibles demostraron que no imposible.
- FICHA TÉCNICA
La Fonteta rememoró las grandes noches de la temporada pasada. Primero porque se llenó, cosa que no ocurría desde hacía tiempo; y después porque volvió a ser una caldera, de ésas que empujan y ayudan al equipo para que una canasta que parece que se va a salir termine entrando. Lo echábamos de menos, y creo que el equipo también.
Valencia Basket siempre fue por delante en el marcador salvo en la canasta inicial de Hanga. El chicle se estiraba y se acortaba mientras iban transcurriendo los minutos. Por ejemplo, terminó el primer cuarto con ocho puntos de ventaja, pero un parcial de salida de 3-11 en el segundo igualaba el marcador a 25. Un nuevo estirón de los taronja dejaba la máxima renta en diez puntos antes del descanso, aunque a éste se llegaba con un 43-36.
En el tercer cuarto el chicle seguía comprimiéndose y estirándose a partes iguales, y un último apretón del Barça dejaba la ventaja local en tres puntos a falta de los últimos diez minutos (62-59). Pero la casta de los jugadores de Valencia Basket esta vez fue superior al cansancio físico. Las agallas que le echaron los chicos de Txus Vidorreta en el último cuarto, liderados por el gran Bojan Dubljevic, fueron impresionantes. A falta de dos minutos la ventaja de nueve parecía ya definitiva, pero aún quedaba sufrir un poco más. Al final un 81-76 que hace justicia completamente.
Quizá esta victoria luego no sirva para nada a efectos clasificatorios, porque lo de terminar la fase regular de la Euroliga entre los ocho mejores se antoja misión casi imposible, pero sí que va a servir seguro para insuflar un chute grande de adrenalina y de moral a esta maltrecha plantilla. Y también para que la Fonteta vuelva a creer en este grupo y a apoyar a muerte a su equipo. Como en los viejos tiempos.

Carlos Martínez Reyero
Redactor de Deportes en Radio Valencia y director de "Off the Record"




