La fascinación por el mar en medio del temporal

A Coruña

El mar nos ha visitado para recordarnos donde estamos. De espectadores ante olas que han llegado casi a los 20 metros en Langosteira. Ha dejado un amasijo de losetas desplazadas y asfalto dañado en las Esclavas, ha baqueteado la barandilla del paseo marítimo en Veramar y afectado a la base de la Caracola en Punta Herminia. Y en Cariño se ha comido de nuevo el dique y en Valdoviño ha vuelto del revés a las dunas imposibles que dibujan el paisaje de A Frouxeira. El día de la alerta roja los ciudadanos se acercaron fascinados por el mar para hacer fotos, vídeos y respetaron en su mayoría, dicen los servicios de emergencia los cordones de seguridad. Ayer, con alerta naranja, todo se relajó. Y las fuerzas de seguridad tuvieron que emplearse a fondo para que se cumplieran los protocolos, para que la gente no se expusiera exponiendo a otros. Hasta tuvieron que desplazar a dos bañistas ancianos de los que se bañan habitualmente. Dice Santy en su viñeta de La Opinión que los que más se acercan dicen a la muerte "Somos temerarios, non che temos medo" Y ella responde "Pero él é pai de dous fillos ¡Saídeme xa daí!" Él es el policía que se acerca para sacarles de ahí.

El mar.