La era Jesús León comienza con un triunfo para soñar (1-0)
El Córdoba sufrió para sumar los tres puntos pero se llevó el triunfo en una tarde plena de nervios y pasión en la grada
Córdoba
Mejor comienzo para la era Jesús León, imposible. La tarde lo tenía todo para acabar bien y no defraudó. Hubo que sufrir mucho, pero la historia desde este Córdoba-Albacete acabó con un final feliz para todos (menos para los manchegos, evidentemente).
El ambiente era el propicio. Jesús León fue ovacionado a su llegada al palco, donde fue escoltado por la alcaldesa Isabel Ambrosio, la delegada del Gobierno de la Junta, Esther Ruiz; y el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado.
El Córdoba no se resignó a su destino y sigue metido en la difícil pelea de la permanencia. Un gol de Guardiola regaló tres puntos para mantener viva la ilusión en una tarde de pasión en la grada por el deseado cambio en la presidencia del club y de nervios en el césped porque el Albacete vendió muy cara su derrota. La segunda parte fue suya y a punto estuvo de llevarse al menos un punto en los minutos finales con un balón al palo.
La primera parte fue igualada, con tramos para uno y otro equipo, aunque las ocasiones claras brillaron por su ausencia. El Córdoba, contagiado por el ambiente del estadio, comenzó mandando. Jovanovic tuvo un par de llegadas interesantes que atajó sin problemas Nadal.
Poco a poco, el equipo de Martín se fue rehaciendo y en el último cuarto de hora gozó de alguna ocasión en los pies de Zozulya y del mejor de los manchegos, Bela. No pasó mucho más en un primer acto plano y algo tostón, solo animado por una grada entregada a los suyos en el primer partido de la era Jesús León en la presidencia.
Nada más volver de los vestuarios, a los cuatro minutos, Jovanovic asistió a Guardiola para que el murciano batiese a Nadal. Y la renta pudo ser mayor si a los tres minutos el propio Guardiola no hubiese estrellado en el poste un penalti sobre Jovanovic.
A partir de ahí, tras verlo todo perdido, el Albacete comenzó un asedio y derribo sobre la portería local. Los de Enrique Martín pusieron cerco al área cordobesista y dispusieron de varias llegadas de mucho peligro (gol anulado a De la Hoz incluido por falta previa de Gálvez). El Córdoba pasó muchos minutos de sufrimiento con verdaderos problemas para zafarse de ese dominio manchego.
Los últimos minutos fueron un auténtico suplicio para los locales qu incluso vieron como el Albacete estrellaba un balón en el poste a falta de un minuto para el final. Los manchegos vendieron muy cara su derrota pero esta vez el destino quiso que el triunfo se quedase en El Arcángel, en su tarde más feliz de la temporada, para seguir soñando con la salvación.