Más allá de un partido de fútbol
EL CONTRAGOLPE

ALGO MÁS QUE UN PARTIDO DE FÚTBOL
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PALMA
Más de once mil personas llenaron ayer las gradas de Son Moix para ver un derbi palmesano entre los dos equipos más característicos de Ciutat, el Real Mallorca y el Atlético Baleares.
El derbi en Son Malferit fue un aperitivo de este segundo encuentro, que debido a la situación de ambos equipos, se vivía con más tensión. Quien perdiese, seguiría en sus dudas, el Atlético Baleares podría caer en posiciones de descenso, como así sucedió, o el Mallorca seguiría con su bache de resultados, sintiendo en el cogote el aliento del Villarreal B.
Si no bastaban los motivos, un derbi es un derbi y no es un partido más para la afición ni para algunos de los jugadores. Se notaba en el ambiente. Ya se encargó de calentarlo el presidente de una de las peñas más reconocibles de la afición mallorquinista y terminó de rematarlo uno de los jugadores blanquiazules al final del encuentro, con un feo gesto hacia los rivales. Los derbis son así, pero no paso de esa rivalidad que se quedó en el campo.
En lo deportivo, al final ganó el que puso la calidad, pero no consigue disfrazar los errores defensivos que tienen uno y otro equipo, aunque ambos, parece que insisten en reforzarse en la parte atacante. El derbi ha pasado y la liga continúa, ambos con objetivos distintos, pero con errores que deberán corregir tanto rojillos como blanquiazules para conseguir sus propósitos.




