PSA deja temblando a Aragón

Zaragoza

Son muchas las reacciones que ha provocado la decisión del Grupo PSA de paralizar las inversiones para el nuevo Corsa, que iba a comenzar a fabricarse al año que viene en la planta de Opel en Figueruelas. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha mostrado su preocupación por el grave escenario que se abre para la planta aragonesa.

Por eso, el ejecutivo se reunirá este jueves con la dirección de la empresa y los sindicatos "para hacer una reflexión conjunta con ellos y valorar la gravedad de la situación", ha declarado el presidente.

Lambán cree que el desencuentro puede afectar a todo el sector de la automoción de Aragón y, aunque el papel del Gobierno de Aragón no es mediar entre patronal y sindicatos, "en este caso, la gravedad obliga a ejercer algún tipo de reflexión conjunta", considera el presidente del ejecutivo.

También el presidente del Partido Aragonés, Arturo Aliaga, ha compartido sus impresiones sobre la decisión del grupo francés. Quien fuera consejero de Industria durante casi 15 años con los Gobiernos de Marcelino Iglesias y de Luisa Fernanda Rudi apela a la "flexibilidad responsable" que siempre ha existido en la dirección de Opel y en los sindicatos para alcanzar acuerdos. "Me dolería mucho que fuera una noticia definitiva", ha expresado Aliaga, quien espera "que se pueda reconducir la situación".

Desde la patronal, el presidente de CEOE Aragón, Fernando Callizo, ha reconocido que "es una noticia muy preocupante" y también espera y desea que sea "parte de las medidas que se toman en la mesa cuando se esté negociando y que no sea la definitiva". Callizo ha recalcado que Opel "no tenga un nuevo modelo para producir" puede traer graves consecuencias para Aragón.

Por su parte, a Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme Aragón, le preocupa "la repercusión tras la cual van muchísimos proveedores" y confía en que "la gran cintura negociadora que Opel ha tenido hasta ahora" pueda arreglar la situación.