La Guardia Civil, en las sedes de ANC y Òmnium
También se han presentado agentes en el Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat para pedir información. Lo hacen agentes de Policía Judicial de Barcelona por orden del juez Llarena dentro de la pieza secreta
Barcelona
Poco más de tres horas han permanecido seis agentes de la Guardia Civil de paisano en el despacho de Jordi Sánchez. Se trataba de volcar los correos electrónicos entre el 28 de abril y el 27 de octubre. Esta última fecha es significativa porque Sánchez ya estaba encarcelado (es Soto del Real desde el 16 de octubre).
El abogado de Sánchez, Jordi Pina ha pedido expresamente que no viniera nadie a concentrarse ante la sede para que la comisión judicial pudiera salir con calma.
Semejante ha sido la actuación en la sede de Òmnium Cultural, donde cinco agentes de paisano y un perito judicial han acudido a las 9 de la mañana con un requerimiento de información para acceder a los correos electrónicos de Jordi Cuixart, que precisamente hoy hace 100 días que es en prisión preventiva.
En declaraciones a los periodistas, el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha indicado que la normalidad en la sede es absoluta ya que no se ha hecho ningún registro, sino que únicamente se han volcado los correos electrónicos de Cuixart.
El dirigente de Òmnium ha insistido en que la diligencia que está practicando la Guardia Civil por orden del juez 'entra dentro de la normalidad', si bien advirtió que se produce en un contexto de 'represión' que debería 'sonrojarse cualquier demócrata' ·
Mauri ha resaltado que es la primera vez en los 57 años de historia de Òmnium que la Guardia Civil entra en la sede de esta entidad cultural, donde están dando la información requerida para que 'siempre' han colaborado con la Justicia, ya que no tienen 'nada que ocultar'.
Cinco agentes de paisano más han personado también esta mañana en las oficinas del Centro de Telecomunicaciones y Tecnología de la Información (CTTI), que centraliza la gestión del sistema informático de la Generalitat, también con una diligencia ordenada por el juez del Supremo.
Un equipo de una televisión japonesa espera a las puertas de la sede de la ANC en Barcelona / Anna Punsí
