Salud miró a otra parte en la hepatitis
Salud Pública trató una situación de alarma con alarmante normalidad
"La línea roja" de Matías Vallés (26/01/18)
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PALMA
Los 33 o más infectados por hepatitis A en un restaurante de Palma obligan a revisar la dudosa actuación del Govern en el caso.
Antes que nada, una felicitación al médico de cabecera que, probablemente saturado de trabajo, avisó sin embargo el 10 de diciembre de dos enfermos de hepatitis A que habían comido en un mismo restaurante.
La dirección de Salud Pública tardó diez días en visitar el establecimiento, esterilizando así la diligencia del médico.
Y desde el 19 de diciembre al 10 de enero, silencio absoluto de la conselleria mientras se multiplicaban los contagios por decenas durante las festividades navideñas, incluidos cuatro trabajadores del restaurante.
Salud Pública trató una situación de alarma con alarmante normalidad.
La palabra negligencia se inventó para supuestos así, en que una infección por desgracia habitual se desborda por inacción hacia la catástrofe.
Alguien se olvidó de que los virus no se toman vacaciones de Navidad.
La pregunta a la directora general es inmediata, ¿hubiera acudido usted o hubiera recomendado a sus allegados que comieran en el restaurante donde no intervino, mientras se propagaba la infección?
Si su respuesta es negativa, ¿por qué no advirtió al resto de la población, a la que en teoría sirve?
La conselleria miró a otra parte, en una actitud que no cuesta tildar de irresponsable.
