El formulario
Córdoba
Para cualquier actividad en cualquier orden de nuestras vidas hay siempre dispuesto un formulario. Y un protocolo. De alguna manera, todos nuestros pasos, necesidades o deseos se estampan en una casilla, un tic o un verdadero o falso. También en Educación todo acaba en un formulario y protocolizado también. Es una forma de ordenar el caos del mundo. Y es lógico. Y práctico. Al terminar de cumplimentarlo nos quedamos un poco más tranquilos. Pero la vida tiene otros cauces.
Firma de Opinión. Alberto de los Ríos. El Formulario
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Hace unas semanas, en el fragor del día a día escolar, me preguntaba por un alumno que había tomado una actitud hostil hacia todo lo que le rodea y que arrastraba problemas en los últimos años. Visto que ya había formularios varios, y que solemos coincidir en el autobús, estuvimos charlando en uno de los trayectos. Me contó de dónde venía todo su enfado y su recorrido anterior y hablamos muy francamente. Ahora participa como el que más en clase. Y nos preguntamos cómo nos va.
La vida no cabe en un formulario.