"Los Naranjas"
La Frma de Manuel Acero

Palencia
Hola a todos:
A menudo las buenas noticias pasan desapercibidas y se ocultan entre la maleza del pesimismo así que hoy me he querido fijar en una de esas informaciones que esta semana se publicaba en Palencia y que merece la pena aplaudir.
La Fundación San Cebrián anunciaba que en el año 2017 había vuelto a batir un record reciclando aceite usado en nuestra provincia, llegando ya a las 80 toneladas de este residuo que lo trata en su planta de Carrión de los Condes.
Todos sabemos, aunque no nos lo digan, que tirar el aceite usado por el fregadero causa un importante impacto en el medio ambiente. Todavía en España se calcula que más de la mitad del aceite usado acaba en el alcantarillado con todos los problemas que ello ocasiona en tuberías, atascos, olores etc. Pero aún es peor cuando el residuo llega a las depuradoras, si es que las hay y pueden tratarlo con un alto coste, o a los ríos donde hacen auténtico daño a todo lo que encuentran a su paso.
En la información que salía esta semana se recordaba que está demostrado que cada litro de aceite usado contamina, o necesita para desintegrarse con productos químicos, nada menos que mil litros de agua. Al oír este dato me entró la curiosidad y me puse a hacer un cálculo aproximado sobre las 80 toneladas que la Fundación había recogido y reciclado en 2017 en Palencia y me salió un ahorro de 87 millones de litros de agua, casi 9 hectómetros cúbicos, la capacidad del pantano de Ruesga en los años buenos. Impresionante.
Pero es que además de la importancia medioambiental de esta iniciativa se mencionaba en la información otro aspecto que resulta igual de importante y es que contribuye a la inserción laboral de colectivos desfavorecidos como son los que pertenecen a la Fundación San Cebrián. Actualmente en todo el proceso de reciclaje de aceite trabajan cinco personas, todas ellas con algún tipo de discapacidad además de otros empleados que realizan los transportes y otras labores. Y todos ellos son de aquí, de Palencia, y no se van deslocalizar sino todo lo contrario.
El sistema del reciclado del aceite es muy similar al de la ropa usada que también gestiona la misma Fundación. Ambos casos son ejemplos de cómo se pueden hacer las cosas bien y que por otra parte demuestran como poco a poco la población tiene cada vez una mayor conciencia sobre la importancia de este tipo de acciones cotidianas.
Si hubiera que buscar un pero a todo esto lo podíamos encontrar en como algunas administraciones locales no dan las facilidades que cabía esperar para que se desarrollen este tipo de proyectos e incluso adjudican la concesión de contenedores para la recogida de ropa o aceite a empresas mercantiles previo pago de un canon económico. Este sistema no tiene mucha explicación cuando lo que en los contenedores se deposita, aceite o ropa usada, tiene un componente medioambiental o de solidaridad y pensar en que alguien pueda especular con lo que de buena fe se aporta puede llegar a desincentivar la colaboración. Por ello no está de más que nos fijemos en quien gestiona nuestros residuos.




