Sociedad

Cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo espanta a las moscas

La opinión de Ana Díez, médico de familia

OPINIÓN | Cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo espanta a las moscas

OPINIÓN | Cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo espanta a las moscas

03:16

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/009RD010000000161037/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

"Cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo espanta a las moscas". Así dice un refrán castellano haciendo referencia al hecho de que la holganza empuja a hacer absurdeces. Pues parece que hay mucha holganza por el mundo, o más concretamente en Silicon Valley, esa zona de EEUU de donde han salido grandes ideas que han permitido avanzar al mundo y donde han surgido empresas que han ganado y ganan cantidades de dinero que a mí no me caben en la cabeza.

La última idea, el último ingenio, o, si se me permite, la última estupidez que se les ha ocurrido, es el fomento del consumo de agua cruda, es decir, agua sin tratar, recogida directamente de cualquier fuente o manantial sin someterla a ningún análisis que permita decir que es potable y que no contiene gérmenes o sustancias que puedan dañar al organismo. Suena raro, ¿verdad? Pues ya hay quien se está haciendo millonario a costa de muchos inocentes crédulos que aceptan cualquier cosa que venga de esa zona del mundo, sin cuestionarse absolutamente nada.

Los avances sanitarios logrados con grandes esfuerzos durante mucho tiempo, que han conseguido y aún consiguen evitar la aparición de enfermedades y la muerte prematura de muchas personas pueden irse al traste con tonterías de este calibre.

El agua cruda puede contener virus, bacterias y parásitos que provoquen gravísimas enfermedades. El hecho de calificarlo como natural, crudo y calificativos por el estilo, hace que mucha gente tienda a pensar que ese alimento o bebida es de mejor calidad y más saludable. Pero no es cierto. Si voy al monte y bebo agua de un manantial o en un riachuelo, ¿tengo que considerar que es más sana que la que sale por el grifo de mi casa después de ser tratada adecuadamente? ¿Alguien puede asegurarme que río arriba no acaba de cruzar, orinar o defecar una cabra, una vaca o una persona y ha contaminado el agua?

El agua procedente de la lluvia tampoco es “supersana”. Si ha caído en una zona industrial con alta contaminación, ¿dónde van todos esos agentes contaminantes más que al agua de la lluvia que los arrastra al caer? Las personas que defienden de esa forma tan extremista el consumo de productos sin tratar, ¿tampoco se lavan las manos antes de comer o después de ir al baño? Y si lo hace, ¿por qué?, si los gérmenes pueden haber llegado a las manos “de forma natural”.

Ahora está en primera línea todo lo que venga etiquetado como natural, orgánico, bio y términos similares, aunque realmente no lo sean. También ha alcanzado ese primer nivel lo crudo, lo no cocinado, sin haberse parado a pensar que, precisamente la cocción de muchos alimentos consigue eliminar de ellos gérmenes que nos causarían graves problemas.

Hay asuntos que ponemos siempre en duda, aunque estén perfectamente documentados y científicamente comprobados. En cambio, otros los creemos a pies juntillas y ni nos planteamos la más mínima duda sobre su veracidad. Únicamente tomamos como razón para creerlo el hecho de que proceda de un determinado país o lo hayan dicho algunos personajes famosos que no poseen la más mínima formación para aseverar lo que están predicando.

Todo tendríamos que someterlo a un juicio crítico, pero eso, un juicio juicioso, no a lo que leemos en determinados medios y que carecen de sentido. Si nosotros no lo valoramos científicamente, hay otros perfectamente preparados que ya lo hacen y de los que podemos fiarnos.

No quiero volver hacia atrás en el ámbito sanitario ni en ningún otro. Tampoco quiero que ningún “listo” se haga rico a mi costa poniendo mi vida en peligro.

Todo tendríamos que someterlo a un juicio crítico, pero eso, un juicio juicioso, no a lo que leemos en determinados medios y que carecen de sentido. Si nosotros no lo valoramos científicamente, hay otros perfectamente preparados que ya lo hacen y de los que podemos fiarnos.

No quiero volver hacia atrás en el ámbito sanitario ni en ningún otro. Tampoco quiero que ningún “listo” se haga rico a mi costa poniendo mi vida en peligro.

 

 

 

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00