Sociedad
Baixo Miño

Nace la AECT Río Miño

16 ayuntamientos gallegos y otros 10 portugueses conforman esta nueva Agrupación Europea de Cooperación Territorial

Ambito de actuación de la AECT Río Miño / Unimiño

Vigo

Conscientes de que el río Miño une y no separa, todas las partes implicadas en este nuevo organismo aúnan esfuerzos en busca de un bien común: el desarrollo del territorio. Y el primer paso consiste en el borrado de las fronteras administrativas. El Miño, a ambas márgenes, ofrece para los promotores de la AECT Río Miño, un territorio único con una identidad común capaz de generar valor, cohesión social y oportunidades de desarrollo. Quizás la masa crítica poblacional de la incipiente agrupación no es equiparable a otras AECT más avanzadas como la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal o el Eixo Atlántico del Noroeste Peninsular. Pero también es cierto que los objetivos de las pequeñas y nuevas AECT abarcan una menor extensión de territorio y, por ello, pueden atender las necesidades más próximas, dejando a las consolidadas y pioneras AECT cometidos más complejos, ambiciosos y de mayor enjundia como el fomento de tratados bilaterales, infraestructuras como la alta velocidad ferroviaria o incluso la posibilidad de articular aparatos de cooperación en la lucha contra los incendios que arrasan sin distinción la masa forestal de España y Portugal. En cualquier caso, todas ellas son conocedoras de que el proceso de construcción europea ha puesto en evidencia en los últimos años la necesidad de profundizar en la cooperación transfronteriza a través de las relaciones de intercambio y la puesta en marcha de proyectos comunes que permitan el desarrollo conjunto de un espacio situado a ambos lados de la frontera. Los tiempos en que la UE financiaba grandes infraestructuras por separado han tocado a su fin y ante el éxito alcanzado por proyectos de cooperación transfronteriza en diferentes países europeos llevan a Bruselas a cambiar el devenir de sus políticas y por ende, el destino de sus fondos. En Galicia tenemos claros ejemplos como las Eurociudades creadas entre Verín y Chaves, Salvaterra y Monçao o Tui y Valença. Incluso y dentro de la comarca de O Baixo Miño, encontramos una estrecha y exitosa cooperación entre Tomiño y Vilanova de Cerveira a partir de la denominada Carta da Amizade que avanza a gran paso. Ambos municipios empezaron organizando eventos deportivos y culturales en común, hasta alcanzar metas pioneras como la consignación de un presupuesto común y participativo donde los propios vecinos deciden el destino de las inversiones, la creación de las “valedoras transfronteirizas” para defender los derechos de los vecinos de ambos ayuntamientos, la supresión de las onerosas duplicidades para así compartir equipamientos como una piscina o una escuela de música o incluso iniciativas de ocio como el “Europarque” que unirá en un futuro el Espazo Fortaleza de Goián con el área recreativa de O Casteliño de Cerveira, interconectándolos a través de una pasarela peatonal sobre el Miño, cuyo diseño se dirime en la actualidad mediante un concurso de ideas promovido por Deputación de Pontevedra.

 

¿Qué es una AECT?


 Las Agrupaciones Europeas de Cooperación Territorial fueron constituidas por el Parlamento Europeo y el Consejo en julio de 2006. Al ser entidades jurídicas propias pueden prestar determinados servicios en su ámbito de actuación, así como percibir y gestionar fondos europeos. Sus competencias abarcan ámbitos como la sanidad, el turismo o el desarrollo sostenible, entre otras. Quedan excluidos cometidos más sensibles como la seguridad o la política exterior. Asimismo, las AECT se rigen bajo una normativa de la Unión Europea y no por la de los Estados a los que pertenezcan.


 El territorio de actuación de la AECT Río Miño

La nueva AECT abarca un territorio que se extiende desde Crecente y Melgaço hasta Camiña y A Guarda, en la desembocadura del Miño. Por la parte gallega la conforman los ayuntamientos de A Guarda, O Rosal, Oia, Tomiño, Tui, O Porriño, Salceda de Caselas, Ponteareas, As Neves, Mondariz, Mondariz Balneario, Arbo, Crecente, Salvaterra, Covelo y A Cañiza, representados por Deputación de Pontevedra. Por la parte lusa está integrada por las Cámaras de Caminha, Paredes de Coura, Arcos de Valdevez, Ponte da Barca, Ponte da Lima, Viana do Castelo, Vilanova de Cerveira, Valença, Monçao y Melgaço, coordinadas por la Comunidade Intermunicipal do Alto Miño. En su conjunto suman 3.312 kilómetros cuadrados de territorio y 375.995 habitantes. Es obvio que algunos ayuntamientos no son ribereños pero ambas partes decidieron incluirlos.

¿Quién toma las decisiones? 

La nueva AECT estará formada por una asamblea y un órgano ejecutivo. La dirección la asumirá un organismo unipersonal que ocuparán, de forma rotatoria cada dos años, representantes gallegos y portugueses, al igual que la vicedirección. También se establece un Consejo Coordinador formado por miembros de ambas partes y encargado de asesorar a la dirección, así como de la gestión del día a día. Finalmente se contempla un Consejo Consultivo -abierto- para la organización de foros específicos en los que podrán participar expertos en diferentes materias según las necesidades, así como representantes de las vecinas y vecinos de los ayuntamientos.

Un “largo y tortuoso camino” para su constitución

Llegar hasta el momento actual no ha sido una tarea fácil. Primero hubo que acordar un borrador de estatutos y el convenio. Después la aprobación los órganos representativos. Y a continuación obtener de ambos gobiernos los permisos sectoriales pertinentes. Por la parte española el trabajo se hizo en tiempo y forma. No sucedió lo mismo con el gobierno luso donde la tramitación se vio frenada por la burocracia y la celebración de las elecciones. En resumen y según declaraciones de Uxío Benítez, diputado provincial de cooperación transfronteriza, a Cadena SER Baixo Miño, fue “un largo y tortuoso camino” que para satisfacción de todas las partes ya tocó casi a su fin. Los pasos que quedan por dar conducen tan sólo hasta una notaría donde la presidenta de la Diputación y el presidente de la CIM Alto Minho deberán firmar los estatutos de funcionamiento y el convenio. Si todos los actores son capaces de explorar las posibilidades que ofrece este nuevo ente y de realizar una eficiente y útil gestión de los fondos que perciban, entonces se recordará con el paso de los años una fecha y una fotografía. Sucedió el 13 de octubre de 2017, cuando los gestores del territorio alcanzaron un punto de no retorno. Ese día, aniversario de la firma del Tratado de Lisboa de 1668, los alcaldes de 26 ayuntamientos galaico-lusos firmaron la Declaración de Tui, un compromiso suscrito entre todos ellos y rubricado en un documento que hizo posible la creación de la AECT Río Miño.

 
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