Un “agujero” del plan de choque del PP permitió a un médico facturar 7,2 millones

Alicante

Compromís llevará ante fiscalía el caso de 86 pacientes tratados en el Plan de Choque de la Sanidad Valenciana establecido en mandato del PP, que fueron derivados por el mismo neurorradiólogo a un hospital privado. Considera la formación que había un "agujero" en el sistema que permitió que este jefe del servicio del Hospital General de Alicante pudiera autoderivarse pacientes a una clínica privada. La formación denuncia además que una empresa, cuya apoderada es hija de este facultativo, facturó a la sanidad pública valenciana casi 7,2 millones de euros por las intervenciones que realizaba su padre.

El entonces jefe de neurorradiología en el hospital público operaba en la sanidad privada sin tener la compatibilidad, según la diputada autonómica Marian Campello, que además mantiene que está "inhabilitado no por mala praxis, sino por una cuestión administrativa".

Campello destaca que, tras una investigación de dos años, han podido establecer que "el doctor Juan Carlos Vázquez Suárez era quien decidía (al entrar en marcha el Plan de Choque del PP para reducir las listas de espera) quien se podía derivar a la sanidad privada y él lo hacia a la clínica Medimar. Allí operaba a sus pacientes y una empresa, Dagda Platinum, cobraba esas intervenciones y no el hospital". El grupo cree que esta práctica podría ser delictiva y por eso trasladará a fiscalía el caso.

En total 1.246 facturas por más de 7 millones de 2006 a 2013, fecha de la última factura. El asunto lo van a poner en manos de fiscalía por si hubiera delito.

No fue hasta 2012 que el Hospital General de Alicante creó un comité multidisciplinar para vigilar estos casos.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

También llevarán una propuesta parlamentaria, con el apoyo de conselleria de Sanidad, para establecer "mayor control" en el sistema de remisión de pacientes de lo público a lo privado, según el sídic de Compromís, Fran Ferri. Se busca crear un "nuevo protocolo sanitario" para que todos los hospitales creen comisones de seguimiento de todos los casos y garantizar, con un sistema informático común, que se pueda seguir el historial clínico de los pacientes.

Los pacientes

Pero este caso tiene una derivada más dramática, porque este facultativo no tenía miramientos en llevar a cabo pruebas llamadas "embolizaciones" (es una práctica para ocluir vasos sanguíneos) en el cerebro y reducir así 'malformación arterio-venosa gigante', en estos casos en quienes las sufren, con el objetivo final de poder operar.

Este médico, sometió a estos afectados a muchas de estas intervenciones, aunque "dudan" de que se realizaran los tratamientos por ausencia de resultados.

Según denuncian los propios afectados hay pacientes con 60, 30 ó 40 de estas intervenciones contabilizadas cuadno lo "recomandado por los especialistas no son más de séis".

Katia es una de ellas, hasta el 2004 se le atendió en el Hospital General. Después fue derivada por este médico a Medimar. Dice que ha pasado de ser una mujer útil, a ser dependiente. Duda Katia de que le realizara la intervención, eso sí, entró 25 veces en el quirófano del hospital privado. En 2009 Katia padeció una hemorragia cerebral.

Este médico, según la documentación que obra en su poder, le certificaba que esa malformación se iba reduciendo con los tratamientos, pero lo cierto es que de 6 centímetros pasó a 5,4.