Un salto cualitativo
Nueve condenas acumula el Gobierno de España por maltrato y torturas a acusados relacionados con ETA. La sentencia en el caso de Portu y Sarasola, supone un salto cualitativo

La lupa de Eva Domaika. Sigue lloviendo a oídos del Gobierno
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Bilbao
Nueve condenas acumula el Gobierno de España por maltrato y torturas a acusados relacionados con ETA. El principal reproche hasta ahora era no haber investigado las denuncias. La sentencia de ayer, en el caso de Portu y Sarasola, supone un salto cualitativo. Porque, además de ese reproche procesal, está el material, va al fondo. Y sentencia que España vulneró el artículo 3 de la Convención europea de Derechos Humanos, que "prohibe en términos absolutos tanto la tortura como las penas o tratos inhumanos o degradantes, incluso en tiempo de guerra y con independencia de la conducta previa de la víctima. En este caso, considera demostrada la práctica de trato “inhumano y degradante”. No tortura, porque para ello la Convención exige una voluntad deliberada y con objetivo, para obtener información, por ejemplo, que sólo 3 de 7 magistrados apreciaron.
De lo más interesante de la sentencia, el Tribunal establece que si las lesiones se producen durante cautiverio o vigilancia policial, la carga de la prueba pesa sobre el Estado. Debe demostrar que no ha habido malos tratos o tortura.




