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Eloy Soler Gómez

‘Ladran luego cabalgamos’

¡Ladran luego cabalgamos!, aunque esta frase frecuentemente es atribuida a “Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes, no aparece en ninguna parte del libro.

Firma Eloy Soler, "Ladran luego cabalgamos"

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Algeciras

¡Ladran luego cabalgamos!, aunque esta frase frecuentemente es atribuida a “Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes, no aparece en ninguna parte del libro.

El origen, según Arturo Ortega Morán está en el poema “Labrador (1808)” de Goethe: «Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos». Podría ser, igualmente, una forma evolucionada del proverbio árabe “Los perros ladran, la caravana pasa”.

Pues por desgracia, esto ocurre cada vez, que por parte de alguien con un poco de notoriedad, se realiza cualquier evento, actividad o comentario de forma pública, no pasa mucho tiempo cuando los perros comienzan a ladrar, pero al contrario de lo que hace un buen y fiero can que se enfrenta ante cualquier amenaza frente a frente contra el intruso para defender a los suyos, estos perros de dos patas cuando se sienten amenazados, lo hacen escondidos bajo el manto protector del cobarde anonimato de las redes sociales.

Y es que no hay forma de acertar, cuando una persona salta a la palestra de lo público, difícilmente pueda bajarse de la espiral de controversia que se origine por cada uno de sus más simples actos. Tanto es así el tema, que puede darse el caso por ejemplo, en el que sólo publicar una foto de cuál será tu cena de Navidad, provoque tal polémica que acabe generando un debate donde dos partes diametralmente enfrentadas acaben teorizando si es más o menos ético que no estético, el haber mostrado en la red un plato de langostinos, hasta ese punto hemos llegado.

Ni que decir tiene que pronunciarse públicamente sobre alguna noticia relacionada con cualquier partido político, equipo de fútbol, religión, etc., según sea el color del cristal con el cual lo vea el observador ajeno, acabará por defenestrar o encumbrar en la más alta gloria a quien realizara dichas manifestaciones.

Mostrar tu opinión en temas tales como la Tauromaquia, la Caza, o sobre la última campaña de discriminación en positivo hacia la mujer y lograr su empoderamiento, puede originar el acoso o el hostigamiento, como tu sentir no coincida con el de la jauría.

Entiendo que desde la aparición de un nuevo escaparate público como son las Redes Sociales, donde al legislador le queda mucho trabajo por delante, un derecho fundamental como es la libertad de expresión por la que las personas puedan decir, manifestar y difundir de manera libre lo que piensan sin por ello ser hostigadas, está siendo sistemáticamente vulnerado y cercenado por aquellos inquisidores de un único pensamiento, o estas conmigo o contra mi.

Una libertad de expresión bien entendida, es fundamental porque permite el debate, la discusión y el intercambio de ideas, es en definitiva la manifestación de otra libertad esencial como es la libertad de pensamiento, de la que nadie puede autoproclamarse con el derecho a restringirla.

De por si, la libertad de expresión implica deberes y responsabilidades, su uso indebido implica responsabilidades tanto penales como civiles. Por tanto sobran aquellos que se erigen en jueces y verdugos, condenando y ejecutando a todo aquél que no comulgue con su ideario.

En definitiva y para acabar, apliquémonos el lema, “Vive y deja vivir”, y por cierto no me negaran que la hora que estamos que es la del aperitivo, no hay estampa más bonita que la foto de un buen plato de langostinos rayados de Sanlúcar de Barrameda o esa otra de un plato de buen jamón de Jabugo.

Un saludo, me despido, y creo que a lo lejos escucho algún que otro ladrido!!!

 
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