Koval está roto

A Coruña

Koval está dispuesto a jugar. El portero ucraniano se niega a pasar por el quirófano y se ofrece para ayudar a pesar de la lesión que le ha sido detectada en su mano izquierda. El deseo del jugador es ser útil al equipo y no se plantea la solución quirúrgica para solventar la doble fractura que le ha sido detectada en el dedo ínidce de la mano izquierda.

Maksym Koval se lesionó la semana pasada luego de recibir una patada en la mano izquierda. En un primer momento no se le dió importancia a la acción, aunque ese golpe provocó que se perdiese el entrenamiento del miércoles. Tras esa ausencia, el meta trabajó con normalidad al día siguiente y su intención era hacer lo propio en la última sesión de la semana. Su voluntad chocó con el impedimento de Clarence Seedorf, conocedor del problema que arrastraba el portero.

Los servicios médicos le han hecho saber que su doble fractura tiene dos soluciones. Una la quirúrgica, que lo alejaría de la portería durante 6-8 semanas y pondría prácticamente fin a la temporada, aunque garantizaría una total recuperación. La otra consiste en inmovilizar la zona afectada, un proceso que no produce los mismos efectos reparadores que la intervención quirúrgica. Koval se inclina por la segunda, solicitando ser infiltrado para poder jugar sin dolor.