'Ciego Parrito', promotor de la banda de música de Tarancón
Gema Garrido hace parada en la calle Profesor Julián Gómez en el espacio de 'Callejeando por Tarancón'
Tarancón
Gemma Garrido nos acerca a la Calle Profesor Julián Gómez en el espacio de 'Callejeando por Tarancón' de Hoy por Hoy Tarancón. Es una calle que comienza en la Calle Doctor Fleming y termina en la Avenida Reina Sofía, en el Barrio de Santa Corona.
'Callejeando por Tarancón' con Gema Garrido (19/02/2018)
14:50
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1519316757_146537/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
BIOGRAFÍA
Para conocer al protagonista de esta semana tenemos que hablar de la historia de la Agrupación Musical Nuestra Señora de Riánsares, una de las bandas más antiguas de Castilla-La Mancha, que está recogida en el libro: “Historia y anécdotas. Agrupación Musical Nuestra Señora de Riánsares de Tarancón. 1924-2016”, de Eustaquio Vindel Torrero.
Hay que remontarse hasta 1923, cuando en una sesión extraordinaria, se nombró alcalde de Tarancón al joven abogado, Manuel de la Ossa Domínguez, el cual permaneció durante sólo dos años en el cargo pero, entre otras cosas, creó y puso en marcha la banda municipal de música, instaló la Guardia Civil en el Hotel de La Quinita, convirtió en escuelas de primera enseñanza el Palacio y su jardín, municipalizó el servicio de aguas o puso en funcionamiento el Hospital de Santa Emilia.
Acogiéndose a una ordenanza municipal que permitía la intervención de los vecinos en los plenos del ayuntamiento, mediante previa solicitud escrita, el 10 de noviembre de 1924 varios vecinos propusieron la creación de una banda municipal de música.
En el acta quedó recogida la respuesta que se les dio: “La bondad de tal proyecto, la cultura que representa su realización y la moral y educación social que encierra la práctica del mismo, son tan reconocidos por el Concejo que el alcalde excusa su exposición. El concejal señor Olivas de la Torre dice que la propuesta se lleve a efecto con premura, para aprovechar las largas noches de invierno y, sobre todo, teniendo en cuenta que Julián Gómez García se haría cargo de asumir la dirección técnica y que sus exigencias se limitaban a local con alumbrado eléctrico, papel pautado y algunos instrumentos para ayudar a las clases de solfeo”.
Julián Gómez García fue el promotor y director de la banda entre 1924 y 1925. Era vecino de Tarancón y se le conocía como “el Ciego Parrito”. Tenía amplios conocimientos musicales y dominaba varios instrumentos como el piano, el acordeón y la guitarra. La Corporación Municipal hizo gestiones para que fuera Julián quien diera clases de solfeo a los jóvenes que desearan integrarse en el proyecto de banda de música municipal.
Además, puso a disposición del improvisado maestro el edificio del antiguo Palacio de los Duques de Riánsares e inició una campaña de captación de jóvenes dispuestos a aprender solfeo. En pocos días tuvieron a más de sesenta voluntarios que empezaron las clases junto a Julián Gómez siguiendo el método clásico de D. Hilarión Eslava.
En aquella época había pocos lugares donde distraerse y una gran escasez de recursos económicos, lo que ayudó a que los aspirantes se tomaran las clases con mucha ilusión y a que cuarenta de ellos culminaran las clases de solfeo.
Cuando llegaron las funciones de 1925, los jóvenes músicos todavía no estaban preparados para actuar así que el Ayuntamiento contrató a la Banda del Regimiento del Rey, pero el alcalde ya anunció el proyecto de banda municipal y que se habían adquirido unos 40 instrumentos musicales en la Casa Erviti de San Sebastián. Los instrumentos fueron examinados, probados y afinados por el director de la banda, quien ponderó su buena calidad y certificó que estaban útiles para ser entregados a los alumnos.
El Ayuntamiento agradeció la generosidad, entrega y maestría mostradas por Julián Gómez García en el tiempo que dedicó a impartir las clases de solfeo y quiso que dirigiera también a los músicos en sus actuaciones por la calle, pero este declinó la oferta haciendo ver al alcalde sus limitaciones físicas como invidente. El consistorio se vio obligado a contratar a otro director y este cargo recayó en el sargento del Regimiento de Infantería número 1 del Rey, D. José López.
El 14 de Agosto de 1926 se creó el Reglamento de organización, régimen interno y academia de música, que fue aprobado por el Ayuntamiento en pleno, y en el que se estipulaba que la dirección de la academia de solfeo recaería sobre el profesor que dirigiera la banda. También en ese reglamento aparece que la enseñanza en la academia sería gratuita pero, si algún alumno dejaba las clases sin justificación o era expulsado por mala conducta, debería abonar una indemnización de 15 pesetas por cada mes de instrucción recibido en la academia.
Tras año y medio de ensayos, trabajo y esfuerzo, el día 15 de agosto de 1926 (que como ya hemos contado en otras ocasiones, San Roque va a esperar a la Virgen), los nuevos músicos tocaron desde la Glorieta de la Estación hasta la Cuesta de la Bolita y allí recibieron a la Patrona, Nuestra Señora de Riánsares, entre los aplausos de los vecinos que llenaban las calles.
Esta tradición se ha mantenido hasta nuestros días, pero ahora la banda desfila desde el Ayuntamiento. La Banda en esa fecha estaba compuesta por unos 40 músicos según se puede ver en una fotografía que Eustaquio recoge en su libro, y que es la mas antigua que se conserva.
Superado con éxito este primer paso, volvieron a actuar en las fiestas patronales que comenzaban el 7 de septiembre. Ese día partieron de la Glorieta de la Estación tocando pasacalles a lo largo de las calles de la Estación y Zapatería, hasta desembocar en el Ayuntamiento. El desfile iba precedido de gigantes y cabezudos, a los que seguía la gente del pueblo, y la banda cerraba el desfile. Este fue el precedente del galopeo. El motivo por el que salieron de la Glorieta de la Estación es que existía la costumbre de que el pueblo y las autoridades acudieran a la estación de ferrocarril a recibir a la banda que venía a tocar, que hasta entonces había venido siempre de fuera.
Durante el transcurso de las fiestas, la novedad y el entusiasmo de los taranconeros por su nueva banda de música y sus dianas pasacalles les obligó a parar varias veces por las calles que recorrían para atender a las invitaciones de los vecinos, que obsequiaban a los músicos con untaos, anís, coñac y vinos dulces de la tierra.
El primer concurso de Bandas de Música al que acudió la Agrupación, por aquel entonces llamada Banda Municipal del Ayuntamiento de Tarancón, fue en el año 1929 y tuvo lugar en Manzanares (Ciudad Real). Eustaquio recoge en su libro una anécdota relacionada con ese concurso. Los taranconeros hicieron una muy buena actuación y estaban convencidos de que obtendrían algún premio, pero no fue así y uno de los músicos se quejó amargamente diciendo: “Esto tendría que salir en los piriódicos”. La frase rebajó la tensión, provocó las sonrisas de todos y se quedó en el anecdotario de la banda.
AGRUPACIÓN MUSICAL 'LA LIRA'
Paralelamente a la consolidación de la banda de música, en 1931 surgió la Agrupación Musical “La Lira”, principalmente compuesta por músicos de cuerda que simultaneaban su afición. Entre los socios fundadores se encontraban Zacarías García y los hermanos José Antonio y Enrique de la Ossa.
Un nexo fundamental de la unión de “La Lira” y la Banda Municipal fue Julián Gómez García, que dirigió esta nueva agrupación ayudado por Eugenio Jiménez, que vivía en el Callejón del Espejo, su figura era habitual en los bailes de boda del Salón Regio y ejerció como profesor y acordeonista hasta los años 60. Otra casualidad es que también era invidente, como Julián.
Gracias a José Antonio de la Ossa, que fue tesorero de esta agrupación musical, se han conservado documentos que empiezan en enero de 1931 y terminan con la celebración de Santa Cecilia el día 26 de junio de 1934.
Había socios fundadores, que actuaban como músicos y pagaban una cuota de 2,5 pesetas mensuales, y socios protectores, que solían ser comerciantes e industriales que les apoyaban económicamente con 2 pesetas mensuales. Además, recibían subvenciones con cargo a los presupuestos municipales. El presidente de “La Lira” fue D. Manuel Gómez y el director fue siempre D. Julián Gómez García.
Su primera actuación pública estaba prevista para el 20 de diciembre de 1931 en el Teatro-Cinema Alcázar pero, por causas desconocidas, se retrasó hasta el día 27 de ese mismo mes.
Tuvieron su sede en un local propiedad de D. José Víctor García, posiblemente en el Callejón de Hurtado, pero ensayaban muchas veces en domicilios particulares. D. Dimas Pérez recordaba que en su casa se hicieron algunos ensayos de bandurria, instrumento que tocaba su hermano Joaquín, uno de los socios fundadores.
DISOLUCIÓN Y REFUNDACIÓN DE LA BANDA
En el año 1935, por problemas económicos, el Ayuntamiento disolvió la Banda Municipal. Durante la Guerra Civil, un grupo de milicianos que estaban de paso por Tarancón descubrió los instrumentos de música y se los llevó a un lugar desconocido, poniendo fin a muchos esfuerzos e ilusiones.
Concluida la guerra y tras varios intentos, en el año 1953, con el apoyo del Párroco D. José María Alfaro, se reagruparon los músicos y se acordó poner en funcionamiento la que sería, según un nuevo Reglamento y con carácter totalmente independiente, la Agrupación Musical Nuestra Señora de Riánsares, tomando su nombre de la patrona de Tarancón. Julián Gómez García fue uno de los veteranos en la refundación de la banda, momento en el que ejerció de músico y tesorero de la misma.
El Ayuntamiento les ofreció un local en el edificio del Palacio de los Duques de Riánsares, en la Plaza del Mercado, donde todas las noches se impartían clases de solfeo y se efectuaban ensayos. El 15 de agosto de 1954 actuaron para recibir a la Patrona en la Cuesta de la Bolita y la acompañaron en procesión hasta la Iglesia.
El día 25 de abril de 1981 se formalizaron los Estatutos de la Agrupación Musical y Cultural Nuestra Señora de Riánsares. Modificados en el mes de junio de 1989, se presentaron en el Gobierno Civil, y quedó inscrita en el Registro Provincial de Asociaciones con el número 649. Desde el año 1993, pertenece a la Federación Regional Castellano Manchega de Sociedades Musicales con el número de socio 34.
A lo largo de más de noventa años han sido muchos los músicos y músicas, que han formado parte de la Agrupación musical, siendo varias las familias que han tenido, con orgullo, a tres generaciones de músicos en la banda a lo largo de este período de tiempo.