Censura que algo queda

León

De que este país se está convirtiendo en el paraíso del los ofendidos y los injuriados cabe poca duda. De que pocos instituciones como la Santa Madre Iglesia o la Corona son protegidas en ningún reino aconfesional del mundo como en éste tampoco. Si usted tiene una fe o un rey no se preocupe, aquí se lo cuidamos como oro en paño.

Y así ,un día sí y otro también, nos encontramos con los justicieros togados encalomando tres años y medio de cárcel para el rapero por injurias a la Corona, por apología del terrorismo, y por matar a Manolete.

Y si no me creen, dense ustedes un paseín por la hemeroteca reciente, y descubran con pasmo a esa Casandra Tuitera, que recibió una disciplina de un año por un chiste sobre carrero Blanco, o a sos Titiriteros que se comieron cinco días de chabolo preventivo por una chanza inaceptable, o a esa Fariña encuadernada que es secuestrada por un juez más de dos años después de su publicación porque un narco y blanqueador del PP se ofende, o el más reciente ridículo inquisidor de los rectores de Arco pidiendo que se retire una obra porque su contenido no se ajusta al dictado de los que mandan. En fin, detengo aquí el catalogo de ignominias pq tendrán ustedes que hacer la cena

Es una pena que esta diligencia represora y este rigor togado no se aplique con igual diligencia a personajes infames como Rafael Hernando cuando insulta la memoria de los olvidados en las cunetas diciendo: "Algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo", o de su eminencia el Obispo de Tenerife cuando justifica el abuso a menores y la pederastia con joyas como “Hay menores que desean el abuso e incluso te provocan”, o al grácil y hermoso Casado cuando recordó al forajido Puidgdemont que, de seguir por el mal camino, podía acabar como Companys, a saber , torturado y fusilado.

Sin libertad de expresión podemos bajar la trapa de esta democrática impostura en breve. El último, por favor, que apague la luz.