El impuesto de sucesiones no debe suprimirse, pero sí modificarse

Zaragoza

El impuesto de sucesiones no debe suprimirse. El profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza, Miguel Ángel Barberán, se ha mostrado categórico en el programa La Rebotica. "Por sus funciones y porque muchos principios tributarios quedarían afectados", explica. Sin embargo, considera que sí debería modificarse ya que con el diseño actual se convierte en una competición entre comunidades autónomas que no ayuda. "Debería ser el Estado el que pusiera sobre la mesa un nuevo diseño de este tributo, el actual arranca de 1987. Debería nivelar para todos los territorios, establecer un suelo y un tope entre los que las comunidades autónomas se pudieran situar, más razonable que la cancha sin límites que actualmente permite la norma del impuesto y las leyes de cesión de competencias", añadía Barberán.

Miguel Ángel Barberán niega que este impuesto suponga un doble gravamen y considera que hay campo de mejora, por ejemplo cuando un cónyuge tiene que pagar por la mitad de su propia casa. "la percepción social es que ésta es mi propiedad, cuando en términos estrictos se transfiere el 50 % de ese bien. Aquí sí debería hacerse algún tipo de modificación".

En Aragón, la recaudación de este impuesto se nutre fundamentalmente de trasmisiones de segundo grado, cónyuges, sobrinos y ajenos.  Las autoliquidaciones con cuotas 0, en datos de 2014 superan el 90 %. Entonces, ¿por qué hay una percepción distinta en la calle? Según el profesor Barberán una de las causas podría estar en que el impuesto de sucesiones viene unido a muchos otros pagos. "junto con la liquidación de este tributo hay que tranferir toda la propiedad del patrimonio heredado y eso conlleva registro de la propiedad, escrituras, plusvalías, IVA. Entonces con lo que uno se queda es con lo que cuesta en general".

Las Cortes de Aragón han dado luz verde a una comisión que analizará los posibles cambios en relación con el impuesto de sucesiones