Se cumple un año de la detención de Cursach

Palma de Mallorca

Este miércoles se cumple un año de la detención del empresario del ocio nocturno Bartolomé Cursach. Desde entonces el magnate permanece en prisión a la espera de juicio acusado de una quincena de delitos como soborno, coacciones, amenazas, pertenencia a organización criminal y narcotráfico. El 15 de este mes saldrá por primera vez de la cárcel para sentarse en el banquillo por una pieza por tenencia ilícita de armas derivada de la investigación principal. En estos 365 días Cursach ha pasado por la prisión de Alicante y ha perdido la compañía de su número dos Bartolomé Sbert, en libertad bajo fianza desde hace un par de meses.

El magnate fue detenido el 28 de febrero del año pasado en una de sus fincas. La Policía Nacional por orden del Juzgado de instrucción número doce de Palma inició en la mañana de hace un año una operación contra el empresario y sus sociedades después de recopilar declaraciones de testigos que apuntaban a un trato de favor de las policías de Palma y Calviá sobre su grupo empresarial. Los agentes registraron sus fincas, la sede de sus empresas, su gimnasio y detuvieron a personas de su entorno. Tras pasar 72 horas en dependencias policiales fue trasladado a los juzgados donde el magistrado Manuel Penalva decretó su ingreso en prisión.

El auto de 452 páginas hacía un relato de las presuntas prácticas llevadas a cabo por sus trabajadores. Detalles sobre las supuestas maniobras de extorsión contra empresarios de la competencia, connivencia con agentes de la policía a los que se agasajaba con alcohol y prostitutas y pagos para agilizar licencias.

Durante los primeros meses Cursach permaneció recluido en la prisión de Palma hasta que en verano la dirección de la cárcel decidió trasladarlo a un centro en Alicante. La decisión fue recurrida por su defensa y la Audiencia Provinical de Palma acetó los argumentos y ordenó la vuelta de Cursach a la cárcel de Palma al considerar que el traslado se había efectuado de manera discrecional. El pasado mes de diciembre su ínitimo Bartolomé Sbert, número dos de sus empresas, abonó una fianza de medio millón de euros que le ha permitido salir de la cárcel.

En estos doce meses además se han convocado manifestaciones en su apoyo y para pedir la inhabilitación del juez y el fiscal que investigan el caso. El próximo seis de marzo la Audiencia Provincial ha convocado las deliberaciones para decidir sobre las peticiones de las defensas de algunos de los acusados que piden que el juez Penalva sea apartado del caso. La decisión final será la que marque el rumbo de lo que queda de investigación.