Toral de Merayo vota cómo quiere gestionar el agua para reducir el derroche

Ponferrada

Serán los propietarios de los 420 contadores del agua que hay registrados en Toral de Merayo los que tengan en su mano la decisión de cómo legalizar la gestión del servicio. Así lo han decidido desde la junta vecinal que descartan por completo la posibilidad de que continúe como hasta ahora el descontrol del exagerado consumo que se registra en el depósito, que prácticamente duplica el total de metros cúbicos que sin embargo se recogen entre todos los contadores. Lo ha constatado el pedáneo, Raúl García, quien tiene claro que son precisamente los vecinos afectados los que deben decidir y así lo harán con votación, una votación que se llevará a cabo durante los dos próximos sábados, con el fin de que todos tengan la opción de mostrar con su voto si prefieren ceder la gestión al ayuntamiento o que siga en manos de la junta vecinal, explica el pedáneo, Raúl García.

Mientras que un ponferradino consume una media de 200 litros de agua al día, el gasto en esta pedanía asciende a 1.300 litros, lo que lleva a un derroche, dice el pedáneo, inaceptable que además no se ha reducido voluntariamente, a pesar de las advertencias

Así las cosas, al tiempo que pagan los recibos, los vecinos podrán entregar el voto sobre la opción que consideran más adecuada para gestionar el agua.

Discrepancias:

Vecinos de Toral de Merayo reprochan a la junta vecinal de la localidad que haya convocado una votación para decidir sobre la gestión del agua con alternativas que, a priori, no tiene ningún estudio que se haya llevado ante el pueblo.

Las dos opciones que baraja la pedanía no convencen a estos vecinos dado que una de ellas contempla mantener la cesión al ayuntamiento del servicio sobre unos parámetros en los que no se ha incluido la depuradora de Ozuela que, según los denunciantes, supondría, dice el portavoz Alejandro Merayo, que Aquona debería pagar por el uso de la misma, algo que no aparece reflejado en el bando colocado por la junta vecinal.

Tampoco entiende Merayo la convocatoria con apenas 4 días de antelación a través de un bando y sin utilizar otro medio de aviso dado que muchos vecinos viven fuera de la localidad. De hecho, creen además que el bando es engañoso porque se alude al posible pago a la concesionaria de cualquier obra en caso de que el servicio lo gestione la pedanía cuando eso no implica tener que echar mano de Aquona.