"Votos en contra, 9; votos a favor, 22"

Zaragoza

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y todo su gobierno han sido reprobados en el pleno de este viernes en el Ayuntamiento. "Votos en contra, 9, votos a favor, 22". PP, PSOE, Ciudadanos y CHA han votado juntos esa reprobación. Y ha sido la votación más repetida en el pleno. Es la primera vez que un alcalde de Zaragoza es reprobado en la etapa democrática.

Toda la oposición ha pactado mociones que buscan recuperar el control de las sociedades municipales, que Zaragoza en Común asumió de forma unilateral. Los argumentos se han ido escuchando en los últimos días. Para Sara Fernández, de Ciudadanos, Zaragoza en Común "lo que ha hecho ha sido fabricarse de forma artificial las mayorías que no fueron capaces de conseguir en las urnas, las que no fueron capaces de conseguir con los votos de los zaragozanos y las que no han sido capaces de conseguir con el diálogo con el resto de partidos de esta institución" y "ante esa afrenta, los cuatro grupos de la oposición  hemos decidido unir nuestras fuerzas, a pesar de nuestras diferencias ideológicas y programáticas, que son muchas, en defensa de la representación democrática".  

Así que hoy, críticas muy duras, como la de Carlos Pérez Anadón, portavoz socialista, que ha dicho que Pedro Santisteve es "un alcalde que nunca ha ejercido como tal y que siempre ha estado más pendiente de su propia supervivencia en el frenopático de su coalición que de asumir el papel institucional que le corresponde". Y Carmelo Asensio, de Chunta, cambiaba el nombre de la coalición: "Ya no es Zaragoza en Común, en Zaragoza en soledad". 

Un debate que ha entrado en bucle y más pendientes en el equipo de gobierno de "la clá" que ha acudido de público que de convencer al resto de los grupos políticos.  "¿Cómo puede ser, compañeros de la izquierda, que digan que les dé asco votar un presupuesto de izquierdas con los grupos de izquierdas y no les dé asco ir con esa trama corrupta del PP y hablar aquí hoy de democracia y transparencia? ¡Es una vergüenza!", decía Alberto Cubero, que recibía el aplauso del público, y el alcalde llamaba al silencio.