La nefasta gestión de una pisada
Tardaron más de tres horas en mostrar que Oscar Husillos había tocado una línea con su pie derecho
Lo vivido anoche tras la final de los 400 metros en el mundial de pista cubierta es el vivo ejemplo de la más nefasta gestión de medios que uno recuerda en el mundo del atletismo. Pareció que en lugar de en 2018 algunos siguen anclados en los años setenta u ochenta.
En primer lugar, y vistos los precedentes de eliminaciones por este motivo en este mismo mundial alguien debería haber frenado a Husillos hasta estar seguros del oro, y no exponerle a la imagen que hoy da la vuelta al mundo enterándose en directo en televisión de su descalificacion, después de haber dado la vuelta de honor y sentirse durante varios minutos campeón del mundo. El daño a nivel psicológico, por esta mala gestión, puede ser (ojalá que no) importante.
No sabemos cuando Oscar vio la imagen que se dio a conocer casi tres horas después de la final, y en la que en efecto se ve que pisa la línea, pero lo sucedido hasta entonces, provocó una lógica indignación en mucha gente. Era tan sencillo, para eso deben servir la tecnología, la televisión y la federación internacional, como mostrar nada más acabar la final esa imagen en la que Husillos pisa. Pero pasó todo lo contrario: en Teledeporte pasaron varios, e inexplicables minutos, hasta que repitieron la carrera y, cuando lo hicieron, fue para ir una y otra vez adelante con las imágenes de la segunda curva (en la que Husillos no pisa en ningún momento la línea) Al mismo tiempo el presidente de la española Raúl Chapado hacía unas declaraciones diciendo que "por poco, pero había pisado". Si el presidente lo sabía ¿por qué no se mostró entonces ya ese fotograma de la primera curva? Y peor aún ¿si lo sabía, por qué su federación recurre la decisión de los jueces?.
Parecía claro que ningún juez iba a descalificar a un campeón del mundo sin motivo alguno pero tardamos tres horas nada menos en verlo y el perjuicio fue enorme: unos despotricaban contra los jueces, otros contra el presidente de la federación y, lo que es peor, se rompió de la peor manera posible el más bello sueño de alguien que pasó, en apenas segundos, de la mayor alegría de su vida a la mayor decepción. El daño, enorme, está hecho y pudo haberse evitado. Tan fácil como haber mostrado enseguida la imagen de la pisada.
El reglamento a este respecto es claro: no se puede tocar la línea en ninguna curva. En la misma carrera, el americano que finalmente se colgó la plata, pisó pero fue en la recta y ahí considera el reglamento que no obtiene ventaja alguna. ¿La obtuvo Husillos pisando mínimamente la línea en la primera curva? ¿Ganó gracias a esa pisada? Evidentemente no. El reglamento, igual para todos, quizá debiera cambiar: Oscar ganó con suficiencia y hubiera ganado de la misma manera si hubiera apoyado su zapatilla derecha sólo un centímetro más dentro de la calle. Fue un simple descuido con un castigo demasiado duro. La norma podía restarle esa ganancia y quitarle algún segundo a su tiempo final. Aún así sería campeón del mundo y el suyo récord de Europa. Sin embargo, es como si no hubiera corrido la final. Descalificación por unos milímetros. Si ya de por sí la cuestión es dura lo fue mucho más debido a la más nefasta gestión de una pisada.
Muchos estas noche apenas hemos podido conciliar el sueño pensando cómo estará nuestro atleta tras todo lo vivido ayer, pero ¡mucho ánimo Oscar, lo que tienes en tus piernas no puede quitártelo nadie. El atletismo te debe un oro y hay que seguir luchando por ello!.