"Los desfibriladores salvan vidas, pero es indispensable la formación"

Pamplona

La formación presencial, en cursillos en los que las personas puedan tocar y comprobar el manejo de un desfibrilador, es fundamental para un buen empleo, con eficacia, de estos aparatos que, situados de forma estratégica y con un correcto mantenimiento, salvan vidas de personas que entran en parada cardiorrespiratoria.

Es la idea que defiende Javier Landibar, director técnico de la empresa IDM Medical, firma que cuenta con el 82 % de los 170 equipos instalados en Navarra. Según Landíbar, un desfibrilador semiautomático es un aparato basado en la electromedicina que analiza los impulsos cardíacos. Controla si la persona se encuentra en fibrilación ventricular y realiza una descarga de 50 a 200 julios de potencia y reinstaura el ciclo cardíaco del corazón.

Según expone este técnico, además de contar con estos aparatos en los lugares más concurridos, es fundamental la formación de las personas a través de "cursos presenciales" para saber como realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP) "de calidad". Landibar abogó por iniciar esa formación en el periodo escolar, " a partir de los cinco años" para ir "sentando las bases de los primeros auxilios generales".