Ha sido un honor tocar con ustedes
El levantinismo se aferra al efecto Paco López, pero mi sensación al conocer el nombramiento del entrenador del filial es como la imagen de los violinistas del 'Titanic' tocando en la cubierta mientras el transatlántico se precipitaba al fondo del mar
Valencia
El Levante está en Segunda división desde que se cerró el mercado el pasado 30 de enero y si ocurre lo contrario, de lo que me alegraré y disfrutaré enormemente, será como consecuencia de las derrotas de Las Palmas, del Deportivo de La Coruña y del Málaga, porque el Levante ganar, lo que se dice ganar, lo va a tener muy complicado con una plantilla deficiente en su confección y carente de la calidad necesaria para competir en Primera.
El levantinismo se aferra al efecto Paco López, pero mi sensación al conocer el nombramiento del entrenador del filial es como la imagen de los violinistas del 'Titanic' tocando en la cubierta mientras el transatlántico se precipitaba al fondo del mar.
Ojalá el enésimo parche de Tito y Carmelo durante la presente temporada sirva para taponar la grieta, pero me parece tan profunda y de tal mágnitud que al técnico de Silla no le bastará con recuperar a Bardhi para la causa o hacer un futbol más directo o convertir a Pazzini en el presunto ariete que selle la hemorragia derrotista.
El problema del Levante no es táctico, el problema es que Boateng es un pésimo futbolista, que Postigo y Chema son dos centrales limitados para la categoría, que Jefferson Lerma es el único jugador capaz de morder y robar en la medular, que el comandante Morales es medio equipo y que Roger era el mejor delantero que teníamos en Segunda y también lo es en Primera tras salir de una grave lesión.
¿Dónde están los verdaderos refuerzos después de 10 meses de planificación? Yo no los he visto por ninguna parte y si alguien los descubre que me lo haga saber porque llevo 27 jornadas buscándolos desesperadamente.
Seguro que Muñiz podría haber hecho algo más y es cierto que durante las últimas jornadas el equipo había entrado en un bucle que le conducía hacia un descenso seguro, pero los máximos responsables de este despropósito son los que han confeccionado esta plantilla con independencia de que se consiga la deseada permanencia. Este mal trago era evitable y completamente innecesario porque han tenido mucho tiempo y dinero.
Ahora, en estas circustancias y con unos guarismos paupérrimos el cambio de entrenador está más que homologado porque el vestuario necesita un mensaje distinto, un chispazo que reactive a los que están deprimidos, pero si la mejor propuesta que ha evaluado la dirección deportiva ante el Consejo es poner al entrenador del equipo de Tercera división a falta de once jornadas, es porque tienen muy claro que Paco López es un fenómeno y le sacará rendimiento a los 'fiascofichajes' o porque directamente han decidido coger sus violines y tocar con el resto de la banda mientras les devora el océano.
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia