El otro mundo de René Román

Sus paradas valen puntos. En una temporada de altibajos y sobresaltos, destaca la figura de René Román. El meta, que llegó en verano al club después de ascender a Primera con el Girona, está firmando una campaña sensacional, con intervenciones antológicas, y varias de ellas desde el punto de penalti. Precisamente el club ha querido reconocer el esfuerzo del gaditanos, así como de Fernando, con una entrevista a fondo. El protagonismo se lo suelen llevar los delanteros y los goleadores, pero bajo el arco también hay salvadores.

Ante el Lugo, con 1-0, detuvo a Fede Vico el penalti del empate, mientras que ante la Cultural Leonesa hizo lo propio con Rodri Ríos, pero con 0-0 en el marcador. René explica cómo se trabaja durante la semana: “Detrás de un penalti hay muchas horas de trabajo durante la semana. Nada se deja al azar, sino que son acciones que se pueden estudiar y lo hacemos tanto Fernando como yo, con ayuda del preparador de portero”.

Circunstancias

Al decretarse una pena máxima, la presión recae en el lanzador, mientras que el meta trata de ponerlo nervioso. Es en este aspecto donde René prefiere aislarse y concentrarse en la pelota. El árbitro no va a rectificar la decisión y es de los que no va a protestar: “No hay secreto, quizá un poco de suerte, porque es una faceta del juego en la que el portero tiene poco que perder y mucho que ganar. Se dan una serie de circunstancias y hay que conjugarlo todo”.

El momento

El corazón de acelera, posiblemente más a los compañeros y al público que al propio René. Como el buen estudiante, si ha hecho los deberes en el día a día, siempre está más cerca de adivinar las intenciones del jugador que va a disparar. Se produce un momento en el que solo tiene en mente la pelota: “Toca afrontarlo con calma. De nada vale irte a protestar, porque el árbitro pita y no se puede rectificar. Intento mantener la calma y procesar la información que tengo en mi cabeza. Ahí es donde entra en acción lo trabajado. Me meto en mi mundo”.

Su librillo

Opta por mantenerse firme en el línea de gol y no moverse para despistar al rival. René se siente con confianza y la portería se le hace pequeña: “Cada maestro tiene su libro y me centro más en mí mismo que en hacer movimientos para despistar al rival. Nada importante. Cuando hay un penalti pienso en mí, no en otra cosa”.