"¡¡Chati, te quiero!!"
La familia del corista Andrés Cruz protagoniza una de las más entrañables anécdotas del Carnaval en el Liceo
Cádiz
El coro Don Taratachín está actuando en el Teatro Liceo. Es una actuación histórica. Es la primera vez que un tango del Carnaval de Cádiz suena en el emblemático escenario catalán. Y, de pronto, de uno de los palcos suena una voz de mujer. “Chatiiii, te quiero”. En la última fila, el veterano Andrés Cruz, encargado del bombo, se revuelve. Mira a sus compañeros asombrado. Es el grito que siempre le dedica su hija María en el Falla cuando participa en el concurso oficial de agrupaciones. Pero es imposible. Su familia está en Cádiz. Y él, en Barcelona. Acaba de descubrir que le han engañado. Los suyos le han preparado una inolvidable sorpresa.
Encarna Higuera, mujer de Andrés, y su hija, María, habían decidido asistir a la emblemática actuación del coro en el Liceo bastantes días antes. Contaron a su marido y padre que pasarían ese fin de semana descansando en un hotel aprovechando su ausencia.
El viernes Andrés Cruz hijo y su novia Lorena González llevaron al aeropuerto a Encarna y María en coche. Y ya allí, cuando ambas mujeres estaban a punto de embarcar, la pareja se miró y decidió liarse la manta a la cabeza. Sin equipaje ni entradas para el Liceo, decidieron comprar billetes también para Barcelona. El cambio de ropa lo consiguieron en una tienda al día siguiente. La sorpresa se amplió a la familia completa.
Andrés Cruz hijo preguntó por entradas el sábado en la taquilla del Liceo, pero se habían agotado desde hacía días. Allí le informaron de que existía una última posibilidad: que acudieran el domingo por la mañana (la actuación era por la tarde) por si no se habían vendido las reservadas a los espacios para personas con movilidad reducida. ¡Y las lograron!
Así los cuatro entraron en el Liceo pasadas las cinco de la tarde. Encarna y su hija, en un palco. Andrés hijo y su pareja, en la última fila del patio de butacas. Andrés Cruz padre ignoraba que su familia estaba a solo unos metros cuando salió a cantar al Liceo. Estaba emocionado porque 2.500 personas, todo el aforo, iban a escuchar el primer tango de carnaval que iba a sonar en el teatro barcelonés.
Y fue en un momento de silencio, entre copla y copla, cuando en el Liceo resonó el grito de María. “Chatiiiii, te quieroooo”. El corista se sobrecogió. Se lo comentó así a dos compañeros. Y, enseguida, sonó otro grito del final del patio de butacas. Andrés hijo también reclamó a su padre. Y fue cuando la iluminación le permitió distinguir a su familia. El engaño quedaba desvelado en medio de una actuación histórica.
“Yo ya estaba nervioso, pero cuando he escuchado a mis hijos, casi me da un vuelco el corazón. Me he emocionado mucho”, relató a la SER al terminar la actuación. La familia tardó en reunirse varias horas. Lo hicieron cuando había terminado todo, a las puertas del Liceo. En Las Ramblas. Allí, la familia Cruz Higuera al completo celebró por todo lo alto otra alegría conjunta propiciada por el carnaval.
Pedro Espinosa
En Radio Cádiz desde 2001. Director de contenidos de la veterana emisora gaditana. Autor del podcast...